El Real Zaragoza cumplirá, si no se produce una catástrofe aún mayor, nueve temporadas consecutivas en Segunda División. En los últimos 50 años, ha jugado en esta categoría en cuatro ocasiones más con la sustancial diferencia que en todas ellas logró el ascenso a la primera. A lo largo de estas distintas travesías por el desierto, ha habido futbolistas cuya influencia ha resultado fundamental. Nosotros proponemos una serie de nombres y tú eliges cuál te parece que ha tenido más peso no solo en la consecución del ascenso, sino en la persecución de otros objetivos. Por puntería, por personalidad, por fidelidad…
La mayoría son goleadores a todo trapo como Luis Suárez, Borja Iglesias, Ángel, Borja Bastón, Ewerthon y Pichi Alonso, y aparecen tres porteros, Cristian, Láinez y Doblas. José Luis Violeta y Zapater representan el compromiso en su máxima expresión. Luis Suárez es el más reciente en esta lista. Sus 19 tantos la temporada pasada resultaron vitales para que el conjunto aragonés diputara un playoff donde el colombiano no participó al expirar su cesión con el Watford y no conseguirse una prórroga con el club inglés por el parón de la pandemia. Cristian Álvarez aparece por todas las esquinas de la portería y de las paradas inverosímiles con el equipo pujando por subir o no descender en sus cuatro cursos en La Romareda, admirada por su espectacular sencillez para evitar lo inevitable. Los 28 goles de Ewerthon con el equipo que entrenaba Paco Flores o los 22 de Pichi Alonso en su primera campaña en el Real Zaragoza, dos metralletas que impulsaron al equipo a la élite.
César Láinez fue pieza clave en el ascenso del 2003 como Doblas en el 2009. Entró por López Vallejo en las últimas 14 jornadas y con sevillano en el arco, el equipo aragonés no conoció la derrota (once victorias y tres empates). Zapater , en ese mismo ejercicio, tiró del centro del campo junto a Gabi y en segunda vida en el club, con el cuerpo herido y el espíritu más sano que nunca, fue el jugador de campo más utilizado, con un estupendo rendimiento a las órdenes de Natxo González. Hoy, cuando el ocaso cayó de pleno en su carrera, es titular y capitán, aportando lo visible y lo invisible en la carrera por la salvación. José Luis Violeta rechazó una oferta del Real Madrid porque se sentía responsable del descenso en 1971 y en 1972 cumplió su penitencia personal y devolvió al Real Zaragoza a Primera división.
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