El Real Zaragoza, muy bravo y bien trabajado por Luis Costa, conquistó su tercer título ante el imponente Barça de Schuster y en contra de todas las apuestas
El Real Zaragoza no ganaba una Copa desde 1966, con los Magníficos, con el Athletic de rival y tantos de Villa y Lapetra pese a que Iríbar alargara su leyenda con una actuación portentosa. El 26 de abril de 1986, hoy hace 35 años, se fue al Vicente Calderón con todas la apuestas en contra salvo las de su afición porque enfrente estaba un Barça regio al que le esperaba, el 7 de mayo, su primera Copa de Europa en Sevilla. Para los azulgrana, ese partido era una estación de paso. Se sentían y eran muy superiores. ¿Lo eran? «Ha cortado Migueli esa galopada que se han dado Juliá y Esteban. Falta señalada por Sánchez Arminio. Está lejos, parece que Rubén Sosa va buscar el disparo directo, ha tocado en un jugador del Barcellona y ¡¡¡goooooool!!!». Así lo relataba el periodista José Ángel de la Casa para Televisión Española y así fue. El Principito, con tan solo 19 años, se atrevió en el minuto 34 con un tiro solo apto para su zurda descarada, forjada en el yunque de los lanzadores legendarios. Pegó en el exzaragocista Pichi Alonso, que estaba en la barrera, y la pelota inició un vieja burlón hasta superar a Urruti.
Una final apasionante y apasionada, con un Real Zaragoza bravo, sin delanteros de referencia y construido para defender bajo y salir al contragolpe. De esa forma, en una arrancada majestuosa de Juliá y a balón parado, Luis Costa disfrutaba del primero de sus dos títulos en el banquillo, con Ángel Aznar, el presidente, contenido y orgulloso en el palco. El Barça de Terry Venables, Schuster, Víctor Muñoz, Calderé, Pichi Alonso, el Lobo Carrasco o Marcos Alonso acabó con Alexanko de delantero centro, recurso que hizo famoso al central vasco cuando las cosas se torcían. Señor como hombre más adelantado en los últimos minutos de resistencia partisana. Marchándose Pardeza y Rubén Sosa para para blindar la defensa con Casajús y Corchado. Sobre la cuerda floja pero bien tensa, el Real Zaragoza conquistaba este trofeo por tercera ocasión en su historia y se despojaba de su papel de cenicienta frente a un reto majestuoso. El 7 de mayo tampoco pudo ganar al Barça al Steaua en la final de la Copa de Europa. Claudicó en los penaltis ante los rumanos, que jugaban para ser arrollados por una apasionadora. Otra vez las apuestas fallaron. Con el Real Zaragoza de por medio en la Copa (fue cuarto en Liga), mejor cubrirse. También lo supo el Real Madrid en 2004. El Real Zaragoza puede presumir de haberse impuesto a los grandes del fútbol español en finales del torneo del KO, algo solo logrado por Athletic y Atlético.
Final completa
