Francho y Azón, por sentido común

Juan Ignacio Martínez estuvo rápido de reflejos donde antes había estado lento de decisiones. En mitad del partido contra el Fuenlabrada, despojó a Eguaras de los galones y puso a Francho en su lugar. La vía de agua en esa posición estuvo a punto de costarle el partido al Real Zaragoza porque el navarro ya no es el futbolista que el algún momento le dio lustre al juego del equipo aragonés. Bajo de revoluciones, intensidad y refugiado en una zona neutral en la que realiza una labor ahora mismo diplomática, ha perdido hasta frescura en el toque, su principal virtud, provocando pérdidas no forzadas que descompensan un sistema diseñado para reducir los errores a su mínima expresión. Cuando se sitúa solo por delante de la defensa, lejos de presiones y persecuciones asfixiantes, respira y piensa en corto. En el doble pivote, sufre en cuanto el rival establece un ritmo alto y a sus espaldas se abre el mar rojo.

JIM debería mantenerle al margen de la titularidad en la visita del Almería y seguir confiando en Francho como principal referencia en la medular. Ya no tiene excusas de una hipotética baja forma del canterano a causa del covid-19 que sufrió. Y con el notable rendimiento de Zapater a su lado, aumentaría el grosor competitivo en un espacio de vital importancia frente al conjunto andaluz. El Almería, muy joven, con una laboratorio donde el zaragozano Manu Morlanes (ausente en esta cita por sanción) y Samú Costa ejercen un control autoritario en las operaciones, si algo tiene peligroso son sus veloces y precisas transiciones que buscan a Corpas y sobre todo al nigeriano Umar Sadiq. El balón, al que se renuncia por decreto táctico y por déficit de talento, pide a Francho para este encuentro en el lugar que le corresponde: en el once y dispuesto para una cita que exige corazón, pierna, cabeza y la posibilidad de alguna arrancada personal que rebaje la posesión que establecerá la escuadra de José Gomes, el equipo que más tiempo tiene la pelota en sus pies según las estadísticas.

La teoría de los veteranos y el mantenimiento de la tensión en la plantilla cuanto más gente participe ha vestido muy bien la semana porque Iván Azón, a sus 18 años y fuera del guión del entrenador, sacó del atolladero a sus compañeros al provocar el penalti de la victoria. De no intervenir un jugador que reclama y merece también casaca de titular, posiblemente el Real Zaragoza estaría viviendo este partido en clave de drama. Los puntos, aunque el botín del Fernando Torres ha aumentado su fortuna, no le sobran y necesita sumar cuanto antes y contra quien sea. Francés volverá por Peybernes, fuera de este compromiso por la clásula de miedo que figura en su cesión; Francho es un alimento de primera necesidad y Azón, teniendo en cuenta que los andaluces pocas veces dejan su portería a cero y sufren con delanteros furiosos, debería contar de una vez con la confianza absoluta del entrenador. Es un buen día para ser valientes y consecuentes y hacer coincidir a tres futbolistas de esfuerzos y viveza constante. Es un buen día para lo que reclama el sentido común.