Garitano: «El Real Zaragoza no es un equipo para descender porque aun sin fútbol le sobra oficio»

Garitano era un 10 con todas las de la ley. No llevaba ese dorsal porque le tocara en el reparto sino por el significado que hasta hace poco tenía ese número redondo. Lo lucía gente con carácter, líderes en uno u otro sentido. Se reservaba a los mejores como un reliquia. Jugadores a los que el público reconocía y admiraba por su esencia diferencial. Jugó en el Real Zaragoza seis temporadas procedente del Athletic, en su mejor momento, cuando se desmontaba con una urgencia hiriente y desafortunada el equipo de la Recopa. Dejó huella de león en otro león por su profesionalidad y una zurda privilegiada que ya había deslumbrado en San Mamés. Luchó por la Liga con Chechu Rojo y ganó la Copa del 2001 con Luis Costa. Su amor el fútbol y por el club aragonés le abrió las puertas como entrenador de la casa y dirigió al primer equipo dos partidos, uno de Copa y otro de Liga, pero vio algo que no le gustó y decidió abandonar en mitad de la tormentosa temporada 2007-2008 que acabó en descenso con la plantilla más cara de la historia. En esas dos decisiones, dejar Bilbao en la cumbre y el banquillo del Real Zaragoza cuando acababa de salir de puerto como técnico y le esperaba un prometedor futuro, causaron terremotos. Le pudieron la honestidad y su rebeldía sin estridencias, valores innegociables que le han distinguido dentro y fuera del campo. Siempre luchando por mejorar como profesional y persona. Aparentes pasos hacia atrás que le han permitido, lo importante, dar zancadas hacia su particular y congruente manera de interpretar la vida que ha elegido.

Después de su etapa en el Ebro, ahora gestiona el área deportiva del Mérida. Tiene tiempo suficiente en su cartera de resposabilidades para seguir con puntualidad la evolución e involución del Real Zaragoza. Ander Garitano es contundente desde la parrilla de salida de la entrevista: «No es un equipo para descender porque los de abajo no alcanzan su nivel de oficio. Además al entrenador, Juan Ignacio Martínez, le veo con el aplomo suficiente como para mantener el equipo«. ¿Cómo se muestra tan seguro cuando el zaragocismo reza todo tipo de oraciones? «Se palpa, aunque le falta mucho fútbol muestra tablas, empaque. Y hay otro detalle relevante: siempre que ha estado en el alambre, ha ganado. Sufriendo y por la mínima pero ha ganado».

El exfutbolista defiende esa teoría, pero advierte también de los peligros y recomienda hacer caja antes de que el calendario se complique. «Estoy convencido de que no bajará, pero en estos partidos está obligado a establecer un colchón mínimo de seis puntos con el descenso. Si no, las pasara canutas porque le viene rivales contra los que no te servirá un solo gol como garantía, equipos con muchos recursos individuales para superarle. Con JIM no hacen ningún partido desastroso. O me ha dado dado esa sensación. Defensivamente no cometen errores, y les veo muy bien posicionados atrás ante la exigencia de centros laterales, sin sufrir». El deriotarra lo tiene muy claro: «No juega al fútbol, pero se sobrepone a todas las adversidades por eso pienso que tiene lo justo para no descender siempre y cuando se distancie lo suficiente del cuarto por abajo antes de enfrentarse a Almería, Sporting, Mallorca, Espanyol, Girona, Leganés… «.

Para entender los porqués del deterioro del club y del equipo, cuáles han sido las causas para llegar este punto tan descorazonador, Ander Garitano explica que la situación merece un análisis multidimensional. « «Sinceramente es para analizarlo en profundidad. Es tremendo no solo para el club sino para la ciudad. Mi opinión es que nunca se ha sabido retener a los futbolistas relevantes, no ha sabido avanzar para conservar a jugadores extraordinario para dar el salto hacia otra dimensión». El vasco suma más razones. «Aunque la pandemia haya influido, tampoco se ve un nivel de exigencia social, ni en la afición ni en los medios de comunicación. En mi época tenía que jugar bien sí o sí todo el partido, si no las broncas eran espectaculares aun yendo ganando. Un error y aparecías en todas partes. No te cuento ya si regresabas de Cracovia con una eliminatoria perdida. Estábamos acojonados. Esa tensión, sin violencia, por supuesto, te servía para curtirte y ofrecer lo mejor. En esta situación todo es distinto porque ha decaído tanto la calidad del futbolista que con salvarte es suficiente. Se juntan tantos episodios que el análisis de esa decadencia resulta complejo». Palabra de 10.