Giuliano se hace un asado con el Leganés

La porfía del argentino, autor de un gol y gestor de un penalti a favor, permite al Real Zaragoza decapitar a su rival y respirar tranquilo para lo que resta de temporada

Futbolistas así honran este deporte. Futbolistas de única dirección en estos tiempos de constantes rotondas, circunvalaciones que terminan en callejones sin salida y pases de seguridad para camuflar los miedos de los entrenadores y de los sistemas cuadriculados. Futbolistas como Giuliano, quien pese estar ocho partidos sin marcar y fallando ocasiones clamorosas, siguen en su taller artesano persiguiendo el área rival y la portería para encontrar las diferentes formas de la vasija del gol. En el Leganés halló la pasta ideal, de equipo de cargantes y repetitivos versos cortos, para conducir al Real Zaragoza hacia esa victoria que no conocía este año en La Romareda y que le permite que entre aire puro en sus pulmones para lo que resta de temporada. Hasta que no apareció el delantero, los madrileños habían mantenido una posesión plomiza, un uso del balón que jamás inquietó el orden escalonado de los milicianos de Escribá. En el momento que Simeone apareció como un cohete directo a Riesgo, el encuentro se iluminó con la colorida traca del punta.

Vino con la parrilla bajo el brazo y se hizo un asado con el conjunto de Idiakez. Puso todas las brasas que se van desprendiendo de su loca carrera, elevó la temperatura y, con la carne en su punto, invitó a todos sus compañeros y a la grada. A Vada, que se reencontró con el gol después de que Riesgo le adivinara el lanzamiento de un penalti; a Puche, que se anticipó a un pase lateral de Nieto, y a la afición, que se llevó a la boca a la hora de comer una buena colección de filetes que compensaron su apetito e hicieron que el estadio se poblará de olés. Giuliano tiró del Real Zaragoza como un potro salvaje y lo transformó en un manada de percherones perfectamente adiestrados para dirigir el partido al terreno más conveniente. Ni una sola fisura que se tradujo en una nueva portería a cero, ni un solo segundo para la tregua… El 3-0, un resultado que no se repetía desde la visita del Huesca, premió una tarde que ensancha el horizonte para, como dijo Escribá, terminar esto con la mayor dignidad posible. Para confirmar que el Cholito era el único mesías posible en esta insufrible trayectoria.

El primer gol estableció la gran diferencia del encuentro y descubrió quién era el propietario de su espíritu ganador. Lo había hecho parecido hace una semana en el Anxo Carro pero en la última escena tiró el balón. Esta vez sembró tréboles de cuatro hojas por el camino y saludo a su paso a Sergio González, Cissé, Undabarrena y Omeruo para sortear a Riesgo en su salida con una delicada cucharita zurda. Descarrilando pero tomando en cada decisión la vía correcta, el joven Moisés fue abriendo las aguas. Futbolistas así enamoran porque mucho que se equivoquen porque nunca se detienen en el lamento del error, sino que perseveran en la fe en sus facultades para saltar líneas sin mirar atrás. Semejante y exquisito eslalon carbonizó al Leganés, ya carne de cañón. En la segunda parte, Giuliano se recostó por la banda derecha y a zancada limpia llegó al fondo para centrar, recoger el rechace y, en la inercia que le consume, volver a pasar con Omeruo y Sergio González atropellándose en la línea de fondo. El balón dio en la mano del segundo y el colegiado, previa revisó del VAR, señaló el punto de penalti.

El Leganés era un entrecot sin hueso y esa pena máxima le hizo más sencillo de masticar. Riesgo adivinó el disparo de Vada, pero el centrocampista, propulsado por esa ambición de su compatriota, acudió al despeje para materializar el segundo. Lo poco que había dado de sí el Leganés lo solventó una defensa sin Jair donde los cinco cortocircuitaron por completo a Arnáiz, atrapado en el cebo de Luna, Juan Muñoz, inoperante entre los marcajes de Francés y Lluís López, y Raba, ingeniero de túneles a quien Nieto le selló todos los corredores. Con Zapater y Grau intachables en una labor notable de ayudas y acompañamiento. La tercera diana nació en un despeje dirigido de la cabeza de Giuliano que puso a correr al equipo hacia su perfil izquierdo, donde Nieto emergió para asistir a un Puche que se anticipó al desangelado Omeruo para firmar su primer tanto de la temporada. Con la hambruna que ha castigado este año al Real Zaragoza, el asado que Simeone se hizo con el Leganés es un regalo, el de un futbolista irreducible incluso para sí mismo, una delicia de futbolista ofensivo.

Real Zaragoza: Cristian Álvarez, Bebé (Larra, 84′), Jaume (Alarcón, 69′), A. Francés, Puche (Pau Sans, 78′), Vada (Bermejo, 69′), Nieto, Giuliano (Eugeni, 84′), Zapater, Lluís López, Luna.

CD Leganés: Riesgo, Nyam, Omeruo, Sergio G., José Arnaiz (Qasmi, 84′), Juan Muñoz (Karrikaburu, 65′), Raba (F. Vico, 74′), R. Pardo (Gaku, 74′), Undabarrena (Narváez, 65′), Jorge Miramón, Cisse.

Goles: 1-0; Giuliano, 2-0; Vada, 3-0; Puche.

Árbitro: García Verdura. Amonestó a Vada (min. 25), Zapater (min. 32), Alarcón (min. 72).

03 comments on “Giuliano se hace un asado con el Leganés

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Buen resultado en otro pobre partido. Y gracias a ese chaval Giuliano. Pero leer comparaciones o similitudes con Maradona y Messi me parece lamentable. Me debo hacer mayor

  • José Rodríguez Benítez , Direct link to comment

    Primera victoria del 2023 en la ROMAREDA, con un protagonista de EXEPCION GIULIANO SIMEONE, artífice de la victoria BLANQUILLA, por su GOLAZO, luego le hicieron el penalti, que transformó su paisano VADA y el tercer gol del CANTERANO PUCHE, que yo creo que es el segundo gol que mete .
    Respiramos un poco tranquilo con esta victoria pese al empate de la Ponferradina 2-2 en Granada .
    Nfe

  • Leonardo , Direct link to comment

    Por fin un respiro en l clasificación. Buen partido de los nuestros, entregados y hoy con acierto en el gol.
    Y nada más, todo por hacer.
    El joven Simeone genial en su jugada y siempre entregado con generosidad en la labor de equipo. Seguirá con nosotros?.
    Adavietto que hay que hacer un equipo solvente que permita un año de estos una regularidad que con los mimbres actuales es imposible.
    Me parecen bien los ditirambos a ese gol, que tanto nos ha entusiasmado, pero el muchacho tiene mucho por delante y por demostrar

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