Jaume Grau entró en la primera parte del encuentro frente al Alcorcón en lugar de Eugeni. No era un cambio cualquiera. Regresaba a los terrenos de juego un futbolista que dos meses antes se había retirado por problemas de arritmia ante el Fuenlabrada y que pasó por el quirófano para someterse a una ablación por catéter para solucionar la fibrilación auricular paroxística. El centrocampista explica que fueron momentos «de mucha incertidumbre, difíciles», y relata cómo comenzó a sentirse extraño. «Surgió durante el partido, tenía sensaciones extrañas y no se me iban. Se lo comuniqué al doctor y luego supimos lo que ocurría».
«Al principio te asustas», sigue comentando. «Hablamos del corazón, no de una lesión muscular, y eso causa respeto». Una vez conocido el alcance de la dolencia «los servicios médicos me transmitieron tranquilidad, mucha confianza y les estoy agradecido por cómo ha ido todo». Grau dice que «en ningún momento se me pasó por la cabeza que tenía que dejar el fútbol. Por suerte sólo se ha quedado en un susto, en una anécdota». Con el alta médica y competitiva, entró en la citación de la última jornada y fue reclamado para saltar al campo antes de finalizar al primer periodo. «Sentí mucha emoción», cuenta. «Todas las sensaciones resultaron muy positivas aunque, como es lógico, aún me falta ritmo. Lo positivo es que estoy aquí antes de que acabe la temporada».
El futbolista, que recibió medicación anticoagulante después de la operación, ha seguido un cuidadoso proceso de recuperación «ya que durante esa fase tenía que evitar los golpes. Ahora estoy completamente normal». Dejó el equipo en una situación si no cercana si favorable para contemplar la opción de atacar la zona alta de la clasificación, formando con Francho y Petrovic, y regresa con el Real Zaragoza inmerso en una crisis. El centrocampista no considera que las cosas hubiesen salido mejor con él. «Podía haber estado y ocurrir lo mismo con los tres. Eso nunca lo sabes». Lo que sí reconoce es haberlo pasado mal «desde fuera porque te sientes impotente por no poder participar en el día a día ni en los partidos, pero ya estoy aquí para hacerlo».
La dolorosa derrota frente al Alcorcón no fue el mejor escenario para ese regreso. «Estamos dolidos pero lo que pasó, pero ya se ha quedado ahí. Trabajamos para que no vuelva a suceder y afrontamos los tres partidos con la intención de dar una alegría a la afición y a nosotros mismos. Queremos alir al campo, competir y a ganar». La visita al Real Oviedo es un reto considerable. «Nos lo van a poner muy difícil porque están luchando por el playoff y el estadio va a apretar mucho, pero depende de nosotros, de superar lo del Alcorcón y competir como siempre». A un punto de la permanencia matemática, Grau reconoce que «el equipo está atento a los resultados que se producirán antes» y que podrían hacer que esa cita en el Carlos Tartiere se disputará con la salvación confirmada. Insiste, sin embargo, en que «dependemos de nosotros».
