El Pearl Harbor de JIM, Torrecilla y el Real Zaragoza

El conjunto aragonés, el equipo que menos goles ha marcado desde que comenzara su crisis en Cartagena hace ocho jornadas, dinamita también en este periodo su sistema de seguridad con 11 tantos encajados

Si Juan Ignacio Martínez y Miguel Torrecilla tenían alguna posibilidad de seguir en sus respectivos cargos, registrada en una cláusula en el caso de clasificación para el playoff, saltó por los aires a partir de Cartagonova, hace ocho jornadas. A la espera de que, como ha trascendido, Sanllehí tenga entre sus planes ofrecer la continuidad a Torrecilla. Entrenador y director deportivo, en esa simbiosis jamás disimulada que exhiben juntos y por separado, han sostenido como principal argumento que la clave para validar la teoría de la pomada no estaba tanto en una mejora ofensiva como en mantener el blindaje defensivo que les había dado fama hasta esa fecha. Cartagena, sin embargo, fue el particular Pearl Harbor para ambos: desde ese encuentro perdido por goleada, el conjunto aragonés no sólo ha empobrecido su ya de por sí raquítico ataque, sino que ha dejado su portería más expuesta que nunca.

El equipo venía avanzando a tirones desde la parrilla de salida, gripado por los empates y una achacosa delantera. Dos aisladas explosiones volcánicas en la primera y la segunda vuelta permitieron encadenar tres y cuatro victorias consecutivas para coger aire y para ponerse a la cola de los sueños. La visita a Cartagonova desnudó por completo la realidad, que algunos tramos de la competición se había hecho la remolona con un equipo con mejores resultados que fútbol: ocho citas después, el Real Zaragoza ha firmado 4 dianas, el que menos en este periodo, y ha encajado 11 tantos que han terminado de confirmar que hay lo justo para conservar la categoría y que JIM y Torrecilla ni han podido y han sabido exprimir más a una plantilla muy descompensada por su modestia y por su mala gestión.

Delmás, Dauda y Bodiger fueron los primeros en balear al equipo aragonés. Amorebieta, Tenerife y Huesca lo hicieron en una ocasión hasta llegar a una tacada de cinco seguidos, los dos del Eibar en Ipurúa y el desolador 0-3 del colista Alcorcón en La Romareda. De un porcentaje de 0,93 tantos en contra en 31 fechas se ha pasado a 1,37. En el triunfo sobre el Girona y en la igualada con el Burgos mantuvo su portería a cero. Esa desmembración atrás –ha caído de la tercera a la sétima posición de los clubes menos vulnerables en defensa—- no ha llegado sola: el cuadro de JIM ha batido le meta de sus adversarios en cuatro ocasiones en 720 minutos, es decir que ha necesitado 180 para repetir un gol gracias a Azón (2), Vada y Borja Sainz. Este trecho del campeonato ha dejado muchas mentiras flotando a la deriva en la bahía de las verdades.

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