Otro filón de oro en la cantera

Tres de los jugadores con el sueldo más bajo de la plantilla han resultado fundamentales en la salvación del Real Zaragoza. No sólo por su juego y presencia en el equipo titular, como ya ocurrió en la temporada pasada, sino por sus goles en una plantilla con puño de cristal. El Real Zaragoza ha encontrado otro filón en la cantera para sobrevivir en Segunda y, a su vez, permitir que el cambio accionarial sea un hecho. De los últimos 13 tantos que abarca de Leganés a El Alcoraz, ocho corresponden tres futbolistas con ficha del filial. Por un lado supone un gran orgullo para sus educadores y por otro delata la terrible gestión en el aspecto ofensivo realizada por los últimos directores deportivos. Se puede decir sin margen a la hipérbole que sin su influjo, el conjunto aragonés estaría a estas horas en la misma estación que Real Sociedad B y Amorebieta.

Antes de que se produjera el apagón realizador de las tres últimas jornadas, en parte provocado por la ausencia de Iván Azón en su mejor momento de forma, el Real Zaragoza, con la mancha del 3-0 en Cartagena, llevaba un buen puñado partidos consecutivos marcando desde el 2-2 en Ibiza que finiquitó la sequía mas grande de la temporada, cinco fechas seguidas sin ver puerta entre el desplazamiento a los Juegos del Mediterráneo y la visita del Valladolid. Nueve de los doce puntos que se encadenaron tuvieron de protagonistas a Azón, quien se había estrenado en Butarque con asitencia de Puche: con su cabalgada en El Molinón, que alargó su racha contra Almería junto a Francho y frente al Fuenlabrada para que después Puche rubricará la remontada. El ariete repitió con Amorebieta y Huesca para evitar sendas derrotas y por medio anotaron Vada al Tenerife y Borja Sainz al Girona. Sin obviar que Grau puso su grano de arena antes de pasar por el quirófano y que Álvaro Giménez dio los tres puntos contra el Las Palmas.

Cuando el curso entraba en exámenes finales, la realidad establece que la respuesta más contundente la dieron los chicos, motorizados por la ilusión y por una puntería vital. Bajo una responsabilidad máxima, aparecieron mucho más allá de las exigencias que corresponden a futbolistas todavía en formación aun con Francés matriculado ya en la univerdidad. Sus goles han sido una transfusión esencial para un equipo con tan pocos glóbulos rojos en la parcela ofensiva.

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