Las números son los números y después de nueve jornadas las sensaciones quedan en un segundo plano sin despreciarlas, por supuesto. La imagen competitiva que ofrece el conjunto de Juan Ignacio Martínez es muy superior a la de la temporada pasada, pero no hace goles –el que menos–, ni gana -junto al Amorebieta, el peor–. Es el rey del empate y el de la posesión de balón –ha sido dominador en todos sus encuentros–, pero en seis partidos le han marcado primero pese a ser el equipo que menos encaja. El Real Zaragoza es una pura contracción con la terrible certeza de su drama ofensivo. Y está en posciones de descenso. JIM no mejora, si acaso iguala, el descorazador arranque que se produjo la campaña anterior con Rubén Baraja en el banquillo, quien fue destituido al décimo encuentro tras perder en Tenerife.
La comparativa puede hacerse o no con la victoria en los despachos ante el Alcorcón por alineación indebida de los alfareros. La cita acabó 0-0 en San Domingo, pero la infracción de los madrileños entregó la victoria a los aragoneses por 0-3. Si se tiene en cuenta ese resultado, a esta misma altura del campeonato el Real Zaragoza dispondría de cuatro goles más a favor (9 por 5), diez puntos, uno por encima de los nueve actuales, y un gol más en contra (8 por 7). En La Romareda la diferencia en sustancial: con JIM se han logrado tres puntos en cinco situaciones de local y con Baraja se contaban con siete con un encuentro más, el del empate contra el Girona (2-2).
Si el triunfo en Alcorcón se establece fuera del marco de merecimientos dentro del campo, el cotejo se equilibra. No en cuanto a goles a favor, donde el equipo de Baraja sumaría aún uno más (6 por 5) ni tampoco en el rendimiento como local (6 o 7 por 3). En tantos recibidos en contra se mantendría ese margen de una dina menos a favor de JIM (8 por 7), y sería en los puntos donde, al restar dos del partido en Santo Domingo, Juan Ignacio Martínez estaría por delante con uno más (9 por 8). En cualquier caso, las cifras son tan parejas como preocupantes porque se enmarcan ambas en registros propios de descenso. JIM sólo supera a Baraja en el imperio de los sentidos, que hablan de un conjunto más vivo aunque esté igual de herido.
Con JIM y con Baraja el equipo es pobre y mal construido. Pronto los del Palco le buscarán las cosquillas a JIM. ¿Y cuántos entrenadores van ya? Una pena