La derrota frente al Leganés, pese a producirse después de 13 partidos consecutivos sin caer, ha dejado bajo la capa de la lógica desilusión general una herida que se quiere cicatrizar lo más rápido posible, sobre todo si entrenador y jugadores defienden, como lo están haciendo, que el Real Zaragoza sólo mira hacia arriba. «Después de perder hay que sumar cuanto antes para generar ilusión a nivel de grupo. Lo que importa es romper dinámicas», dice Juan Ignacio Martínez ante la proximidad del encuentro del domingo en Lezama contra el Amorebieta. «Estábamos cerca de engancharnos con ls puestos altos. Está clarísimo que todo funciona por victorias, y en una categoría larguísima como esta es fundamental mostrar una mentalidad fuerte. 90 minutos dan para mucho y consiste en ser muy prácticos», explica el técnico, apuntando como siempre a la necesidad de no darle nunca la espalda al partido.
JIM nunca disimula sus preferencias para que el conjunto aragonés sea lo más equilibrado posible, y que por encima de todo que consolide una firmeza defensiva innegociable en esta categoría. «Nuestro reto es no encajar gol porque somos capaces de generar ocasiones. Sin embargo todo parte de esa ley, de no recibir tantos en contra. La seguridad defensiva es la que nos dará muchos puntos tan fuera como en casa». En La Romareda sólo se ha conseguido un triunfo, frente al Sporting, y la sangría de puntos es considerable. El técnico comenta que en parte se debe a que «los rivales vienen a nuestro estadio a replegarse, a esperarnos, con la idea de aprovechar un fallo. Pero es cierto que los equipos logran sus objetivos por su fortaleza como local. Ahora no tenemos otra que ir a Lezama a por los tres puntos para mantenernos en la parte alta de la clasificación».
Esa estabilidad que pregona no se refleja en las alineaciones, donde por diferentes circunstancias jamás han coincidido los mismos futbolistas en 17 jornadas. «No configuro un once por capricho», dice JIM. «Lesiones, sanciones, jugadores que se van con sus selecciones… Entiendo que antes los equipos se recitaban de carrerilla, pero en esa constante entrada y salida de jugadores también se demuestra el potencial de nuestra plantilla, porque no se notan las ausencias. Aun así, en nuestro cuadrante figuran futbolistas que actúan más que otros». En esa ruleta, el baile de Francés del eje defensivo al lateral no le está sentando muy bien al canterano, pero JIM la dulcifica aun reconociendo que da su mejor versión en su posición natural: «Es cierto que de central esta haciendo un trabajo de excelencia, top. Pero no hay que despreciar a Lluís (López) porque llegó de puntillas está haciendo también un gran trabajo. Además Francés gana en polivalencia, algo que de cara a su futuro es muy bueno».
El duro calendario que se viene encima, con la visita al Amorebieta y después tres partidos contra los primeros clasificados, obliga a no fallar en este desplazamiento. «¿De qué me vale pensar en otro partido más allá de este? Son tres puntos. Es una pena que no estemos aprovechando la energía de La Romareda. Ahora vamos fuera conociendo la dificultad del rival, frente a un equipo contra el que pasan muchas cosas, entre otras que casi siempre hay goles de por medio», subraya el entrenador del Real Zaragoza. El conjunto vizcaíno no esconde sus cartas con un juego lo más directo posible, con una considerable autoridad aérea cada vez que el balón se eleva. JIM ya adelanta que no va a cambiar nada para contrarrestar el estilo de los vascos, que el Real Zaragoza «debe pensar en sí mismo». Sí sabe que que para salir con los puntos de Lezama será de obligado cumplimiento «ganar las segundas jugadas y exhibir una gran fuerza mental».
Señores futbolistas y cuadro técnico…da igual que el rival sea cachorro de león o de murciélago abeja, hay que ganar como sea. Un equipo de una población más pequeña que Calatayud no puede ganarnos nunca o al final del partido hay que hacerse el harakiri. Hagan el favor de no faltarnos el respeto y avergonzarnos una vez más.