La ambigüedad de ‘la vía Ander Herrera’

El montaje Spain Football Capital, sociedad que, según el comunicado que contestó al del fin de las negociaciones que redactó el Real Zaragoza, consumiría hoy su última bala o balada para hacer una oferta en firme a César Alierta por su paquete accionarial. Hace siete días se dio una semana para hacer una propuesta en firme al expresidente de Telefónica después de haber sido incapaz de aportar fondos al acuerdo al que llegó con el club para entregar cantidades suficientes para afrontar todos los gastos que implicaba su desembarco, incluido el pago por los títulos de los minoristas. Pero los 50 millones que prometían se han perdido en el alta mar de una operación que siempre ha estado bajo sospecha primero por el perfil de sus representantes y, además, por venir de la mano de un Fernando Yarza que pretendía formar parte de la nueva propiedad para conservar un nicho de poder al que también se aferraban Luis Carlos Cuartero y Christian Lapetra. Todo este proceso surrealista y de intrigas palaciegas ha desembocado en la continuidad de la Fundación 2032, que extiende su ciclo hasta que alguien o algún grupo se presente en el despacho de Cuatrecasas con una propuesta que merezca tenerse en cuenta, sobre todo para los intereses de los accionistas por mucho que el bien de la entidad se ponga por delante como escudo fariseo.

Muerta la vía A,la B se ha aupado al podio del zaragocismo desde el mismo momento que se supo que tras ella estaba la figura de Ander Herrera en compañía de César Sánchez. Se aferra el aficionado al exjugador del Real Zaragoza como ídolo y como personaje honesto y cualificado por su arraigo al club y por sus conocimientos del tejido social y deportivo de la entidad para impulsar a la institución hacia la modernidad, hacia un cambio con el sentimiento de pertenencia como base fundamental. El propio club reconoció que había existido ese interés del futbolista del Paris Saint Germain, pero, según su versión, el dinero que ofrecía por participar y adjudicarse algunas atribuciones ejecutivas no convencieron a la Fundación. Es decir que lo que pretendía Herrera era una especie de estrategia de caballo de Troya que no fructificó. «Siempre estaré ahí para echar una mano al club. Ya lo intenté y no fue posible. Mi nombre quiero que este esté ligado al Real Zaragoza no a un grupo ni a otro ni a fulanito», explicó el jugador en en la inauguración en el parque Bruil de una moderna pista de fútbol que lleva su nombre. Ese mismo día pidió «prudencia» a la espera del cambio accionarial porque «es un proceso complejo. Solo espero que la gente que entre al club sea honesta y zaragocista, aunque esto hoy en día es difícil, y con ganas de devolver al Real Zaragoza a la élite del fútbol español y europeo». En cuanto al futuro, el canterano comentó: «Me gustaría formar parte de mi club en el futuro primero como jugador y después aportando lo que he aprendido durante mi carrera».

El panorama actual es que esa gente se ha esfumado y que continúan los mismos, amparados en parte por la flexibilidad de pagos del nuevo convenio de acreedores y por el acuerdo de La Liga con el grupo inversor CVC (‘CVC Capital Partners’ se desligará del acuerdo con LaLiga -firmado por 50 años, hasta 2071- y dejará paso a otro inversor en un período de entre ocho y diez años) , pero aún estrangulados por las ingentes costes de los que deben responsabilizarse anualmente en todos los frentes abiertos. Herrera tiene contrato con el PSG hasta el 2024 con unos emolumentos próximos a los 7 millones de euros por año, Es decir que en el caso de que llegue a cumplir su compromiso contractual con los parisinos, no llegaría a La Romareda antes de cumplir 35 años si por el camino no ejecuta un acto de absoluto romanticismo. Por ahora, su proximidad emocional con el Real Zaragoza ni su patrimonio personal no le dan para asumir en solitario su intervención instantánea como gran accionista. No sólo para satisfacer las exigencias de la integrantes de la Fundación, sino tampoco hacerse cargo de un club en quiebra técnica, sin activos ni patrimonios. Mal negocio para cualquiera.

Según crece la desesperanza al comprobar que la gestión continúa en un grupo de empresarios aragoneses que ni han querido ni han sabido regenerar una estructura obsoleta, principalmente a la espera de llegara la explotación de nuevo campo como motor de sus motivaciones, ni moldear un proyecto sincero para intentar el ascenso más allá de la palabrería, la opción de Ander Herrera sube como la espuma siendo espuma. Se suma y promociona así otro episodio ambiguo que el futbolista, entre líneas y también de forma directa, ya ha dejado entrever que no se producirá en los términos de una compraventa. Está claro que la Fundación no quiere dentro de su organigrama un personaje que, además de no satisfacer sus pretensiones económicas, le incomodaría por la simpatía popular que genera, lo que podría crear una atmósfera de tensiones irrespirables. Queda por descubrir, aunque se antoja que para un futuro lejano, qué tipo de proyecto presentaría Herrera, si exclusivo a su figura mesiánica o ligado en parte a la caverna zaragocista con la que guarda una estrecha relación. El domingo juega el Real Zaragoza en Fuenlabrada. Esa es la noticia de verdad en este escenario de vías muertas y carriles improbables para desgracia de la afición y del club.

One comment on “La ambigüedad de ‘la vía Ander Herrera’

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    No hay nada más vacío que el apretón de manos del director deportivo con el jugador fichado durante el acto de presentación. Sin embargo, una foto de Ander Herrera dándole la mano a César Alierta significaría mucho para mí a favor de este último. Lo digo porque no comparto el comentario de que a la directiva/propiedad le incomodaría por la simpatía que genera

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