La responsabilidad de la prensa en la manifestación

Un retuit y un like acompañados de comentarios más o menos sinceros en el ambiguo mundo de las redes sociales no sirven de aval para unos medios de comunicación con el mismo compromiso y urgencias que la afición para hacer de la manifestación del día 22 un acontecimiento de máxima implicación profesional y personal. La concentración prevista por las Peñas bajo el lema ‘Zaragoza merece más’ será un un suceso informativo en el que la prensa debe estar a la altura más allá de uno de los pilares básicos –y utópico– de su código deontológico, el de la objetividad. Porque todo lo que sea quedarse al margen e incluso cubrir con un plano general y frío el antes y el durante del acto de protesta hacia la propiedad del Real Zaragoza supondría, además de una decisión poco inteligente, un gesto de cobardía.

El Real Zaragoza, es decir su afición, ha puesto en tela de juicio y con razón a gran parte del periodismo deportivo de la ciudad, demasiado vago durante mucho tiempo con la crítica sin concesiones hacia una directiva que ha ninguneado no sólo a la hinchada, sino a los propios profesionales de los medios. El gremio se ha partido en dos desde que el Heraldo, como parte accionarial de la SAD a través de la familia Yarza, ha servido de herramienta y escudo protector para la Fundación. En esa división, acentuada por la guerra de la compraventa, han brotado grupúsculos, uno de ellos empeñado en sacar de la cámara criogénica a personajes trasnochados como pilotos de un club supuestamente futurista. Todos se juegan recuperar la credibilidad frente a un público que reclama su apoyo, un posicionamiento claro y rotundo contra la terrible gestión que está triturando la institución.

Durante estos años la Fundación ha ejercido un control casi policial sobre lo que se cocinaba sobre ellos en las redacciones. Las imposiciones de no agresión han sido una de las exigencias del grupo de empresarios desde que se hicieron cargo de la entidad y salvo contadas excepciones, el servilismo, la impuesta invitación al silencio y un pronunciado síndrome de Estocolmo han estrangulado muchas voces. Sin embargo, el fútbol, los resultados, han hecho insostenible esa disfrazada prudencia hacia los reproches de los dirigentes zaragocistas, aunque ha sido la hinchada, una vez más, la que ha elevado el tono para hacer todo lo posible por un club al que ven peligrar seriamente.

El periodismo debe de estar en esa primera línea de combate después de muchos años en la reserva. Junto a la gente que les lee, les escucha y les ve en todas las plataformas. Con su armamento más sofisticado de opinión, libre de ataduras o de simpatías por el diablo. La afición les ha brindado esa oportunidad de reconciliación para que detallen con trasparencia la verdad de lo que que está ocurriendo en el Real Zaragoza, para se impliquen en la manifestación con la responsabilidad profesional y ciudadana que les corresponde. Se acabaron los sonidos del silencio.

Ilustración del artículo; @la_recopa

One comment on “La responsabilidad de la prensa en la manifestación

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Todavía falta que el dichoso Heraldo ponga una mínima línea sobre las próximas manifestaciones a celebrar. Una vergüenza más. El problema ahora mismo del periodismo es llegar a final de mes y da apuro la crítica

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