Liso y Francés deletrean la salvación en aragonés

El delantero rescata al Real Zaragoza en sus peores momentos con un gol de pura perseverancia, Mesa remonta de penalti el madrugador tanto de Loureiro y el central se exhibe antes y después de la expulsión de Mouriño (1-2)

El partido tuvo más tensión que fútbol. Se fue calentando con los minutos y en el horno final, con uno menos por expulsión de Mouriño, el Real Zaragoza sufrió primero alguna quemadura y celebró después como un título la victoria en El Alcoraz, un triunfo para el que trabajó mejor y con más picardía y que le deja en bandeja la salvación con seis jornadas por delante. Con tres centrales, la novedades de Lluís López por Jair y Gaméz de interior en lugar de Valera, recibió un gol en contra muy pronto, un balón al que Loureiro acudió con más fe que nadie para fusilar a Badia y que agigantó al Huesca en la posesión. Ese golpe bajo y madrugador parecía el anuncio de lo peor, pero un pelotazo largo sin mas pretensión que alargar un despeje de Lluís López para Liso cambió la historia. El chico había entrado en la alineación por Bakis, despedido por la afición con música de viento ante el Elche. Víctor Fernández aconsejó no eliminar a nadie en esta batalla por la permanencia, pero se escuchó a sí mismo reclamado por la sensata petición popular y tachó al turco del once. Y el jugador del filial le respondió con la furia y con el coraje de quien pide paso aun con la barrera bajada y el tren de mercancías a un metro, un futbolista de los que hacen falta en situaciones límite. Loureiro se confió y se le marchó como una pluma, y Álvaro Fernández, portero hasta hace poco imbatible, se tragó su latigazo. Quién iba a pensar que llegaría a la disputa y quién preveía que le pegara de esa forma con la zurda. Seguramente sus educadores en la cantera.

Víctor pidió a Liso en cuanto lo vio al llegar y Liso, como antes Azón, otro de esa fábrica que no deja de producir salvadores y filántropos, sacó las castañas del fuego al Real Zaragoza y al entrenador, al que hay que aplaudirle en esta ocasión su buen ojo y su decisión de apostar en el instante más crítico por un tipo de jugador que además de virtudes futbolísticas que ira puliendo con la mano del tiempo, derrocha ilusión, compromiso y fiereza. Con ese cóctel activó el núcleo combativo de sus compañeros, que entendieron por fin que el partido no se iba a reconducir por la vía de la urbanidad y los buenos modales. En un choque que no daba mucho de sí entre dos equipos acongojados y en nada sobrados de calidad interpretativa ni ofensiva, el Real Zaragoza sacó tras el empate la única versión rentable en estos días de noches cerradas, la de un fútbol físico y de redoble. Siguió liderado por Liso y por un Marc Aguado que se ha reencontrado con la luz del faro para que Mesa obligara a Álvaro a desviar su disparo al larguero. Ya con la primera parte extinta, Javi Martínez sacó la mano dentro del área para impactar sobre Mesa, quien firmó desde los once metros su décima diana y la que sería la primera remontada del curso y el regreso a los festejos fuera de casa seis meses después. El Huesca se fue al descanso con los carrillos morados, con dos bofetadas de las que no logró reponerse.

Había que sostener como fuera el 1-2, y como casi siempre apareció tocando el tambor de acero entre el humo de todas las detonaciones locales, por lo general aéreas, un Alejandro Francés que despejó los cañonazos con la cabeza, el cuerpo y los pies. Con un sentido del saber estar y de la anticipación que demolió al equipo de Antonio Hidalgo, tímidamente latoso por el costado de Gerard Valentín, muy lejos de su forma ideal y pese a que tuvo un amigo en Locoeuche. El conjunto oscense cambió su fisonomía con la entrada de Hugo Vallejo, Javi Mier, el musculado Obeng y Bolívar, pero Francés, bien secundado por Lluís López y por Zedadka como relevo del frágil Lecoeuche, cavó varias trincheras y las sembró de cable de espino. Cuando todo parecía controlado, la pájara física habitual se llevó por delante al lateral francés, a Mesa y mas tarde a un Liso devastado por la cantidad de esfuerzos repetidos. Grau y Valera salieron con la bata blanca en auxilio de un Real Zaragoza que comenzó a economizar al máximo sus aventuras ofensivas. Mouriño había estado más cómodo en esa configuración de tres centrales, pero el charrúa sumó su segunda amarilla en un braceo en carrera que sacudió a un rival. La inocencia del uruguayo obligó al zafarrancho, con Jair añadiendo su altura a la torre de control y uno menos en el minuto 85.

Sielva, muy oscuro toda la noche, no tardó en igualar el encuentro. Un mal control como último hombre, Valera a toda máquina y el pivote sacó la cortadora de césped a la desesperada. En igualdad de condiciones, Bolívar y Obeng burlaron las defensas aéreas y tuvieron la igualada y un rebote en la pierna de Aguado casi sorprende a Badía. El ejercicio de resistencia, con Francés a los mandos, obtuvo un premio gigantesco, tres puntos a los que puso corazón Adrián Liso y alma el central zaragozano con no pocas pinceladas de clase y pugnas de otros patriotas locales, Marc Aguado e Iván Azón. Entre todos, pero sobre todo ellos por su acentuado compromiso con la causa, deletrearon la salvación virtual en aragonés. El futuro comienza hoy, si es que el club quiere un futuro o el remake en bucle de un pasado que siga poniendo como primer escudo frente a las balas a chicos que deberían formarse en un proyecto y una atmósfera más ambiciosos y de mayor protección, no en una legión forzada cada fin de semana a una misión suicida que no aporta trofeo ni gloria por mucho que la alegría desplace por un momento a la desesperación de toda una campaña.

Huesca 1: Álvaro; Gerard Valentín (Rafa Tresaco, minuto 81), Nieto, Loureiro (Bolívar, minuto 69), Pulido, Vilarrasa; Kortajarena (Javi Mier, minuto 69), Sielva, Javi Martínez; Joaquín (Hugo Vallejo, minuto 61)y Elady (Obeng, minuto 61).

Real Zaragoza 2: Edgar Badía; Fran Gámez, Mouriño, Francés, Lluis López, Lecoeuche (Zedadaka, minuto 46); Marc Aguado, Toni Moya, Maikel Mesa (Jaume, minuto 64); Liso (Valrea, minuto 76) e Iván Azón (Jair, minuto 86).

Árbitro: Ávalos Barrera, del colegio catalán. Mostró cartulina amarilla a Loureiro, Obeng, y Bolívar, por el Huesca; y a Liso, Edgar Badía, y Zedadka, por el Real Zaragoza. Expulsó a Mouriño, por doble amarilla, y a Sielva, por roja directa.

Goles: 1-0, minuto 18: Loureiro. 1-1, minuto 35: Liso. 1-2, minuto 45: Maikel Mesa, de penalti.

Incidencias: partido correspondiente a la jornada 36 de liga con lleno en El Alcoraz y la presencia de medio millar de aficionados del Real Zaragoza.

Víctor: «Hemos sabido sufrir»

03 comments on “Liso y Francés deletrean la salvación en aragonés

  • Garcia Castany , Direct link to comment

    LA FLOR DE VITIN

    Ayer Victor Fernández volvio a jugar con fuego y salio ileso, el resultado no debe cegarnos en el análisis, también es cierto que hay gente en la vida que le cae siempre la tostada al suelo por el lado que no lleva mantequilla aunque no siempre funciona, recuerdo Sevilla final de Copa cuando Luis Costa lo maniató con Gurenko, el sistema de 5 defensas infumable, pero le reconozco su retroceso en algún experimento:

    1- Jugar con 10 con Bakis en el campo, rectificado, que le organicen partidos con el DHJ para que coja minutos y confianza.

    2- Experimento de Mouriño como lateral derecho, rectificado, los jugadores en sus puestos naturales.

    3- Experimento con el francés, no rectificado, es un jugador sin ritmo para esta competición, así mismo observar a Zedadka cuando era encarado no sabía perfilarse.

    4- Experimento Grau, repetitivo, yo no se todavía que le ve a ese jugador ni defensivamente ni ofensivamente.

    5- Reconocimiento eso sí, es la primera vez en la temporada que alguien va a las prolongaciones de Azón de cabeza.

    Seguramente mañana nos llenaran de editoriales, opiniones y titulares grandilocuentes, pero no hay razón para ello, ya se que me repito pero lo vuelvo a decir los viejos leones rampantes estamos HARTOS.

  • Leonaredo , Direct link to comment

    Esta vez no se desaprovechó la ventaja en el marcador en los últimos minutos del partido. Pero después de la ingenua expulsión de Mouriño, el Zaragoza en inferioridad se vio cercado por un Huesca que tuvo en su mano la igualada en ese remate de cabeza rozando el larguero en los últimos últimos segundos del partido.El equipo no sabe jugar en
    inferioridad numérica y se notó demasiado. Muy de acuerdo con el buen análisis de Garcia Castany. Que los árboles no nos impidan ver el bosque. No se caiga en el error de comenzar a indiosar a las promesas del equipo que tienen todo por demostrar. Los glorificar los medios acaban por creérselo y todo acaba en un bluf con los años.

  • Garcia Castany , Direct link to comment

    Suscribo a Leonaredo, los elogios a las promesas medidos no sea que hichemos el globo precipitadamente y lo explotemos.

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