Real Zaragoza-Sporting, cantera contra cantera

Este vienes en La Romareda se enfrentan dos formas de entender e interpretar el fútbol que en los últimos años han encontrado un punto en común, la cantera. El Mareo, manantial perenne, acaba de cumplir 43 años de servicio al Sporting y la Ciudad Deportiva, en tiempos de pandemia y crisis financiera histórica de un Real Zaragoza que lucha por sobrevivir en todos los frentes, llama a sus hijos a filas para librar una batalla que no les correspondía. El buen trabajo en los últimos tiempos de los formadores y educadores del equipo aragonés, Ramón Lozano, Ángel Espinosa y José Luis Arjol, junto a Pedro Suñén y lo que le corresponde, que es mucho, a Iván Martínez, ha facilitado por una parte calmar la terrible situación económica de la institución, vendedora por necesidad y por compulsión en ocasiones, y permitir que jugadores forjados en la base iluminen la oscura primera plantilla confeccionada en verano.

Tres juveniles, Francho, Francés e Iván Azón, estarán junto a Nieto y el capitán Zapater preparados para la titularidad o para intervenir a lo largo del encuentro. Tres chicos que han dado un triple salto mortal sin la red de la progresión natural y han respondido con personalidad y espíritu de campeones, demasiado pronto quizás, pero los tambores de guerra no distinguen las edades. Representantes de una magnífica generación, pasajeros de un tiempo difícil que, por su rendimiento, les ha puesto en el escaparate del mercado como valiosas y codiciadas piezas. Si la Fundación sigue fiel a su política, el destino de alguno de ellos será el mismo que el de Diego Rico, Jesús Vallejo, Raúl Guti, Jorge Pombo, Javier Delmás... Mientras, Clemente cumple cesión en el Logroñés y Lasure en el Leganés.

El Real Zaragoza, hasta este momento de su biografía que abarca ocho temporadas en Segunda, no se había distinguido por ofrecer tantas oportunidades en masa. Su idiosincrasia le invitaba a mirar al exterior, y solo en episodios de gravedad, por lo general con descensos de por medio, han brotado y no por generación propia futbolistas amamantados en las categorías inferiores. Sanjuán y Cuartero fueron durante muchos años dos islas en un océano imposible para los canteranos tuvieran o no nivel. Después de la Recopa, hubo que esperar a César Láinez, y más tarde a Soriano, Generelo y, sobre todo, Cani. Zapater se sumó desde el escalón juvenil en la Supercopa de 2004, y siguieron su estela Ángel Lafita, Ander Herrera, Víctor Laguardia

La puertas de la cantera se fueron abriendo de par en par según se cerraban las de la élite. Hubo que reclutar a ese ejército y frente a fuego amigo y enemigo todos han dado la talla. El Sporting de David Gallego, que se presentará en el Municipal muy apurado tras sus tres derrotas consecutivas, necesita sí o si los tres puntos para seguir enganchado al playoff de ascenso. El perfume de la escuela Mareo envuelve a este club, otro clásico de Primera. Javi Fuego, Manu García, Pedro Díaz, Gracera (entre los habituales), Gaspar, Rosas y Nacho Méndez (Pablo García ha vuelto al filial tras nueve jornadas de titular) son las joyas de la corona sportinguista. Cantera contra cantera. El futuro, los futuros, en 90 minutos.

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