El sábado se enfrentan dos equipos en La Romareda que viven a través del balón. La Real Sociedad B, respondiendo al patrón de Xabi Alonso, acumula en su primera experiencia en el fútbol profesional la media más alta de posesión, casi un 60%, una auténtica barbaridad teniendo en cuenta que la mayoría de los integrantes de la categoría apenas alcanza al 50%. El Real Zaragoza ha sido dominador en esta faceta en sus cinco encuentros, con un 57%, tan solo por detrás del 62% del Huesca, líder en este apartado, y el 58% del Girona. Este dato refleja con exactitud qué tipo de equipos se van a encontrar en el Municipal pese a que ese gobierno les tenga más cerca de la zona de descenso.
El manejo constante de la pelota de ambos no se correponde con los resultados ni mucho menos con su productividad rematadora. Aragoneses y donostiarras, con diferentes estilos, ejercen presiones altas y circulaciones largas, pero ni el conjunto que entrena Juan Ignacio Martínez ni el que pilota Xabi Alonso consiguen ver puerta con asiduidad. Con tres goles a favor cada uno, son los peores realizadores de Segunda junto a Cartagena y el colista Leganés. En el Real Zaragoza no ha marcado aún ninguno de sus delanteros, mientras que para los guipuzcoanos sí lo ha hecho su jugador referencia arriba, el internacional sub 21 Jon Karrikaburu con un par de tantos. En el trabajo defensivo, los vascos han mantenido su meta a cero en tres ocasiones por solo una los zaragocistas.
El Sanse es fruto de una metodología que persigue el suministro real de futbolistas a la primera plantilla. González de Zárate, Näis Djouahra, el zaragozano Roberto López, Julen Lobete Cienfuegos, Álex Sola y sobre todo Luca Sangalli ya han debutado en Primera División dentro de una labor de vínculo constante y de una apuesta por el fútbol elaborado. El jueves, sin ir más lejos, el portero Ayesa, el lateral izquierdo Romero, quien disputó los últimos once minutos, el pivote Turrientes y el delantero Lobete entraron en la citación contra el PSV Eindhoven en Europa League. El Real Zaragoza tendrá ante sí el equipo más joven de la categoría (21,7 años de media), pero un rival que la va discutir permanentemente el balón en la lucha por recuperarlo y en el control. Desequilibrar la balanza será por tanto una cuestión de pegada.
