Un paraguas contra un tsunami

El Real Zaragoza desplegó su habitual paraguas, el mismo que en otras ocasiones le ha servido para protegerse de la lluvia de rivales poderosos a la espera del primer rayo de sol, pero el Almería es un fenómeno devastador, un equipo en mayúsculas que se eleva sobre niveles colectivos e individuales. Aunque el conjunto de Juan Ignacio resistió la primera parte las embestidas constantes de los andaluces con las paradas de Cristian Álvarez, el marcaje de Francés sobre Sadiq, la estabilidad táctica de Petrovic y un espíritu coral de constantes sacrificios del que sólo se ausentó un Narváez decepcionante en su regreso a la titularidad, terminó claudicando cuando el oleaje de su enemigo alcanzó una altura ya imposible de contrarrestar con cualquier dique de contención. Aunque el Almería mereció marcar antes, consiguió abrirse camino hacia la victoria no a lomos de las llegadas abrasivas de Arnau o a hombros del hercúleo Sadiq, sino precisamente por un error de interpretación de sus mejores actores hasta ese instante, Cristian y Francés.

El partido, seguramente, se iba a rendir al Almería y sus múltiples encantos con o sin balón, pero el Real Zaragoza le entregó la llave de su fortaleza en un pulso por velocidad que el central tenía ganado al nigeriano. El guardameta decidió salir del área y se metió de por medio en una discusión que no le correspondía, despistando al defensa, quien en su perplejidad despejó contra la pierna de su compañero para dejar el balón muerto y el camino libre de Sadiq hacia la portería ya vacía. El error tuvo unas consecuencias fatales en un encuentro que ya anunciaba de por sí la derrota. El plan original perdió su sentido y Rubi añadió más veneno al cóctel con la entrada de Ramazani en lo que ya fue un tsunami de velocistas con pie de seda en dirección a Cristian. El belga asistió de tacón a a Pozo, quien definió con elegancia, y marcó el tercer gol cuando se apagaban las luces del encuentro.

No hubo el mínimo combate entre los dos equipos más difíciles del ganar el torneo junto al Oviedo. Ese título honorífico tenía trampa, como quedó demostrado: los andaluces lo compartían gracias a los triunfos y el Real Zaragoza lo hacia con empates y una decorosa actitud profesional. En los Juegos del Mediterráneo el espejo no fue tal. O sí. El equipo andaluz buscó el triunfo con una voracidad salvaje del primer al último minuto y el ejército de JIM jugó con balas de fogueo en ataque, un mal endémico de complicada solución. Fernando, el arquero local, tuvo tan poco trabajo podía haber visto el partido desde el sillón de su casa. La cuarta derrota del curso se fraguó sobre el abismo de un bloque que va directo como un cohete al ascenso directo y otro que hace parapente de momento por un paisaje de emociones templadas en la clasificación, sin poder distraerse lo más mínimo de los vientos tornadizos de una zona tan inestable como congestionada de tráfico.

Juan Ignacio Martínez entendió que Nano Mesa podría darle algo de energía a ese equipo encogido. La entrada del canario por Igbekeme en el descanso no tuvo influjo alguno en un fútbol paquidérmico comparado a la ambición huracanada del Almería, que provocó el caos del primer tanto tras una pérdida de Bermejo en tres cuartos. El entrenador decidió para pasmo general que en pleno vendaval entraran Zapater y Eguaras, futbolistas inapropiados para un ritmo tan vivo, cambios que dejaron sin participar a un Borja Sainz que parecía un poco más adecuado si el objetivo era buscar el empate. Las consecuencias no se hicieron esperar en cuanto Ramazani encendió el turbo. Al Real Zaragoza le cayó encima una tormenta de fuego y el paraguas de JIM se derritió.

 

3 – UD Almería: Fernando; Pozo (Juan Villar, m.90), Chumi, Srdjan Babic, Álex Centelles; Samú Costa, César de la Hoz; Portillo (Juanjo Nieto, m.60), Arnau Puigmal (Ramazani, m.61), Lazo (Robertone, m.61); Sadiq (Dyego Sousa, m.80).

0 – Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez, Alejandro Francés, Jair Jr., Chavarria; Francho (Iván Azón, m. 80), Petrovic (Iñigo Eguaras, m.80), James Igbekeme (Nano Mesa, m.46); Juanjo Narváez, Álvaro Giménez, Bermejo (Zapater, m.67).

Árbitro: Hernández Maeso (C. Extremeño). Amonestó al local Samú Costa (m.36).

Goles: 1-0 (60′) Umar Sadiq; 2-0 (85′) Pozo; 3-0 (90′) Ramazani.

Incidencias: Partido de la vigésima jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 9.258 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Josefa Camacho Ramos, esposa de Guillermo Blanes, fundador de la UD Almería.

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