Un Real Zaragoza ‘low cost’ entre fantasmas del pasado

A un mes de que todo comience por décima temporada consecutiva en el averno, la nueva propiedad ha puesto las primeras piedras de un edificio de cierta altura y vistosidad del que sólo nos han mostrado el piso piloto. Dentro de ese coqueto proyecto de color de rosa Miami no hay, sin embargo, más que un par jugadores nuevos para acometer una empresa de resistencia con soldados que han pasado de refilón por la academia militar de este deporte: Simeone y Rebollo. Un consejo de administración con un par de piezas fantasma, un nuevo entrenador, Juan Carlos Carcedo, y un director general, Raúl Sanllehí que trabaja con las sinergias low cost. La apuesta financiera del team Jorge Mas para reducir deuda sin posibilidad de mejorar el techo salarial es un misterio económico por resolver o una maniobra de movimiento de capitales con destinos sin retorno. Mientras, se divulga la belleza intangible a precio de saldo con el resto de los clubes ya a toda máquina en el mercado y el aficionado se deja llevar por su generoso corazón con una sobresaliente campaña de renovación de abonos.

Se supone que lo mejor está por venir, pero es muy probable que lo mejor ya haya ocurrido con la renovación de Francho, Azón y la esperada de Francés. En el plano de los fichajes, todo se va a reducir a préstamos de chicos a los que hay que buscar un estupendo escaparate. En ese escenario de modestas candilejas, la nebulosa de la Fundación se ha transformado en la ambigüedad de unos dueños que se han esmerado en presentar una correcta línea editorial en defensa del ecosistema de la cantera para desmarcarse de un pasado de mera supervivencia y descapitalización. Lo han hecho bien, sin duda: no vender y conservar el organigrama de la Ciudad Deportiva. A partir de ahí se ha solicitado paciencia sin establecer un tiempo prudencial para el proyecto, dejando que las expectativas de ascenso las genere el entorno: una temporada, dos, tres… El hermetismo cordial resulta abrumador.

La confianza extrema en Miguel Torrecilla, como monigote o con capacidad decisoria, sigue chirriando. El porqué se explica en su currículum y en su lunático paso por el Real Zaragoza. Pero Sanllehí lo ha abrazado como a un oso de peluche y no lo suelta al menos en este ejercicio. El director general se ha alzado como tótem de todas las decisiones, incluidas las de correr un tupido velo sobre la figura de Luis Carlos Cuartero, que en teoría vaga por los pasillos como el alma de Annabel Lee. Su amado y venerado espíritu continúa en nómina, es decir sostenido por los antiguos y los nuevos socios, que renuevan sus carnés sin recibir una sola explicación. El Real Zaragoza es una SAD y, por lo tanto, los accionistas podrán establecer las reglas del juego, pero en este en concreto las emociones y la sensibilidad son parte inherente a su naturaleza. Alejarse de esa realidad, de la necesidad de conservar un vínculo informativo directo por pequeño que sea con el hincha, se aproxima a la torpeza y a la falta de respeto. Se asemeja demasiado al pretérito aún reciente, también con personajes anacrónicos y analógicos en el área de comunicación.

El piso piloto era coqueto. En la estructura que empieza a vislumbrarse faltan materiales de primer orden como para considerar que vamos a entrar en una casa nueva, segura, acogedora y distinta. Si miramos al sofá y vemos sentados con las piernas cruzadas a muchos de los que no han movido un dedo para bien del club por incapacidad o pereza… El Real Zaragoza es todavía una entelequia perfecta para Edgar Allan Poe.

 

 

 

 

 

 

02 comments on “Un Real Zaragoza ‘low cost’ entre fantasmas del pasado

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Hasta ahora, «Más» de lo mismo. Perdón, por el chiste fácil. Y Cuartero en nómina. Muy triste

  • Luceni , Direct link to comment

    Veo esa foto y veo la verdadera actualidad del Zaragoza: un pendón/emblema antiquísimo y raído, unas paredes enchapadas en madera vieja y pulida y una mesa de formica sobre la que aparentar firmar los nuevos gurús de la «secta». ¡¡Qué imagen más cutre, por dios!! , ¡qué sacristía y qué sacerdotes más poco fiables!! Pero que realidad gráfica tan abrumadora.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *