Un vuelo en la lista de espera

El Real Zaragoza juega en Butarque para subirse a un viaje más atractivo de los esperado o quedarse en tierra para la segunda vuelta

«No hay motivos para la euforia». Ni el más mínimo. Todo lo contrario sería una irresponsabilidad y Fran Escribá lo sabe. Por eso ha advertido en su rueda de prensa que pese a ser un devoto optimista, jamás se le ocurriría lanzar campanas al vuelo por una hipotética victoria este lunes en Butarque contra el Leganés (21.00). En caso de ganar, el Real Zaragoza sumaría 28 puntos y se situaría a cuatro de los puestos de playoff, eso sí con al menos una decena de equipos arremolinados por encima de su cabeza. En cualquier caso, un escenario muy atractivo después de acariciar la zona baja antes del relevo en el banquillo. El conjunto aragonés está ahora mismo en la lista de espera de ese vuelo tan sugerente aunque sea en la cola del aparato, pero también entraría en la descenso en caso de perder, quedándose a la misma distancia de la zona roja. Este encuentro marcará el final de la primera vuelta de la competición y es muy posible que los destinos, aunque sean eventuales, de la segunda ronda.

Los resultados de la jornada le han favorecido y traicionado a partes iguales, pero cuenta la ventaja de depender de sí mismo para irse al parón navideño con una sonrisa o una mueca de preocupación. Viene de una tacada de cinco encuentros sumando y el Leganés lleva nueve jornadas sin conocer la derrota, por lo que el pulso se antoja como mínimo complicado. Su línea ascendente de sensaciones más que de fútbol tocó techó contra el Huesca con una noche casi perfecta y una goleada de las que alimentan el orgullo y la confianza. El triunfo tendría un efecto de reafirmación a la espera de cómo se consiga. Otro resultado sólo serviría para completar la media de la permanencia. Entre tanta calculadora y pese a que reniegue de ella con buen criterio el técnico, sí se espera un Real Zaragoza capaz, lo que antes quedaba siempre colgado del balcón de las dudas.

Escribá no tiene pensado en principio realizar cambio alguno. Tampoco el de la portería, donde seguirá Rebollo tras debutar el día de su cumpleaños y dejar el marco a cero. Todo apunta a dar continuidad a lo que funcionó como un reloj ante el Huesca con Francés junto a Jair y ese punto de equilibrio con Zapater y Francho en el centro de operaciones. Desde que los aragoneses figuran en el once, el equipo no ha encajado un solo tanto. Será la tercera jornada consecutiva sin recibir un gol, uno de los grandes objetivos del entrenador valenciano como lanzadera a otros objetivos que se ha marcado y, por supuesto, a la espera de que en el 2023 pueda contar con Cristian y Azón, dos de sus grandes valores, porque en el mercado no se esperan muchas ni relevantes novedades. Butarque tiene una flecha clasificatoria señalando a la puerta de embarque y otra para los que se quedan en tierra. También un termómetro para establecer si la temperatura del Real Zaragoza ha subido tanto como pareció frente al Huesca o fue un calentón de esta categoría tan imprevisible y retorcida. En esa lista de espera, lo más aconsejable es elegir el destino.

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