Una plantilla partida en dos

Juan Ignacio Martínez  ya ha establecido un grupo de confianza que se reduce a 16 futbolistas en una plantilla de 26. El resto apunta a representar un papel testimonial en un campeonato demoledor

Juan Ignacio Martínez ya ha establecido un número determinado de futbolistas que van a contar con su confianza bien para la titularidad o para luchar por ella. Por diferentes motivos, diez de los 26 profesionales que conforman la plantilla apuntan a representar un papel testimonial en un competiicón de máxima exigencia, lo que reducirá el margen de maniobra del entrenador como ya se ha podido comprobar en las siete primeras jornadas. El once, por minutos de participación hasta la fecha, se memoriza sin grandes dificultades y está formado por Cristian, Gámez, Francés, Jair, Chavarría, Eguaras, Zapater, Francho, Nano Mesa, Narváez y Álvaro Giménez. En esa selección que hecho el técnico han ido entrando con cierta asiduidad Lluís López, Iván Azón, Vada y Borja Sainz, mientras que Bermejo e Igbekeme han pasado del todo a la nada, sobre todo el nigeriano, desde el partido en Alcorcón. Los otros, con Lasure y Vigaray inmersos en largos procesos de recuperación, han pasado de refilón o ni siquieran ha participado un segundo. Las previsiones de futuro tampoco son muy halagüenas para los integrantes de la reserva.

La selección casi se ha hecho de forma natural y descubre jornada a jornada que la configuración de la plantilla ha sido escasa, pobre y con elecciones nada acertadas para conformar un bloque homogéneo. Javi Ros, convocado en dos ocasiones, no ha saltado al campo en una sola ocasión ni posiblemente lo hará en toda la temporada por los problemasfísicos y crónicos que arrastra, mientras que César Yanis, con el contador también a cero, cada día se aproxima más al perfil de fichaje exótico que además se perderá un nuen número de partidos por su internacionalidad con Panamá. Al igual que ellos, Clemente no se ha estrenado a la espera de la renovación de contrato y en la incómoda posición de cuarto central con muy pocas probabibilidades de llegar a la ventanilla del equipo. Los casos de Petrovic y Adrián son preocupantes porque el centro del campo ha quedado restringido a Zapater, Eguaras y Francho para hacer frente a una competición demoleadora. El serbio fue contratado para aportar mucho más pero, por el momento, su ritmo no alcanza ni para entrar en las citaciones pese a que aparece en ellas, mientras que JIM no encuentra ni la posición ni el instante para Adrián, un jugador que ha salido 51 minutos en cinco encuentros, últimamente en el tiempo residual.

Ratón es el segundo portero porque no pudo salir en busca de otro destino y solo aparecerá en el once en caso de máxima urgencia, como ocurrió en Valladolid. Cristian le tapa todas las vías de acceso a la portería y además tampoco se le observa como un meta de garantías. Nieto permanencía casi inédito (1 minuto contra el Alcorcón y otro en Fuenlabrada) hasta esa terrible primera mitad ante el Lugo que posiblemente le devolverá a la cola del pelotón. Con Igbekeme hay un problema serio. Se le abrió la puerta de salida este verano, se le aceptó como centrocampista de compañía frente al panorama que se avecinaba y después de ser titular con más pena que gloria contra Ibiza, Valladolid y Cartagena el entrenador le ha enviado de nuevo al fondo del armario con mínimas opciones de recuperar peso en sus planes. Con sólo 16 futbolistas, y algunos de ellos como Bermejo o Lluís López sin saber a ciencia cierta su utilidad real, el Real Zaragoza tiene una plantila claramente partida en dos: los de casi siempre y los otros.

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