Adrián: «No tengo que reivindicar nada. Mi reto es el presente»

El segundo máximo goleador de la temporada pasada junto a Iván Azón con tres tantos, ha jugado este curso cuatro partidos de titular, dos de Liga y los dos de Copa celebrados hasta el momento. El martes, en un encuentro donde destacó su calidad por encima de todo y de todos, volvió a marcar con el sello que la ha caracterizado a lo largo de su carrera, la mayor parte en Primera División: un golpeo elegante, premeditado, de otra categoría. Su estancia deportiva en el Real Zaragoza no está siendo ni de cerca como esperaba. En los 34 encuentros (8 desde el principio) que ha participado en estas dos temporadas, en 15 ha entrado faltando menos de 10 minutos para que finalizaran. Su viaje en el conjunto aragonés, por el que firmó hasta 2022, finalizará posiblemente en enero salvo giro radical de los planes de la dirección deportiva.

Adrián González, a sus 33 años y con su experiencia, dice que, dada su situación, prefiere «vivir el presente». Frente al Burgos formó parte de una alineación donde la mayoría intentaba demostrar que puede tener una oportunidad en las alineaciones de Juan Ignacio Martínez. El centrocampista sonríe sin ironía y se pone muy en su sitio, sin ánimo de revancha, mostrando sus sentimientos sin pero alguno. «No tengo que reivindicar nada. Soy realista con la situación en la que estoy y sólo vivo el presente. Lo único cierto es que vengo a los entrenamientos y a los partidos con la misma ilusión de cuando tenía 18 años. Incluso aunque sólo juegue un minuto. ¿Si es el momento más difícil de mi carrera? Sí»

Sobre su una inmediata salida, se mantiene en que el futuro no entra en sus planes. «No sé qué pasará este fin de semana, si el míster decide ponerme en el equipo o no. Ni siquiera se ha abierto el mercado. Mientras, para mí es un orgullo cada vez me pongo la camiseta del Real Zaragoza porque el entorno te hace sentir que eres un equipo de Primera. A partir de ahí no miro más allá. El club no me ha comunicado nada ni yo al club. Me concentro en el próximo partido y luego ya veremos. Los números, y eso no se puede obviar, hablan por sí solos, Es difícil que pueda», explica el jugador, quien aclara que su relación con JIM se enmarcar dentro de lo estrictamente deportivo. «Sólo hablamos de fútbol. Cuando me toca jugar».

En ese discurso a pecho descubierto, Adrián considera que nunca se ha dejado vencer por el desánimo, muy al contrario. «He hablado poco en prensa desde desde que estoy aquí por mi falta de protagonismo. No sé si desde fuera da la sensación de que haya tirado la toalla, pero no hay nada más lejos de la realidad. Por poco que juegue siempre lo hago con la mayor predisposición, con el objetivo de aportar al equipo más que a uno mismo». Bromea al retomar sus posibilidades de continuidad. «Si fueras mi mujer te diría, ‘cariño, esto tiene pinta de que no’. Está claro que no parece que el club se vaya a plantear la renovación, pero en el fútbol las cosas cambian rápido. Soy positivo porque tengo confianza en mí, como siempre he hecho a lo largo de una carrera de la que estoy orgulloso».

El futbolista madrileño explica cómo se gestiona ese escenario personal de ostracismo por decisiones técnicas. «Me apoyo en todos. Es uno de los mejores vestuarios en los que he estado en mi carrera, el mejor. Hay un cariño excepcional y es difícil que me vuelva a encontrar uno así». Adrián deja una pincelada sentimental en su charla. «Cuando uno se va haciendo mayor y se acerca a la luz, a la despedida, te despiertas cada mañana y vienes a entrenar  como un privilegio».

Su aparición en la Copa ante el Burgos dejó una de las mejores imágenes de Adrián en el Real Zaragoza.  Puntualiza y pide comprensión. «La respuesta que tuvimos habla muy bien de los jugadores que actúan menos,. Es complicado de valorar si no eres un jugador profesional . Cuando participas muy poco, después de tres meses y contra rivales de tu misma entidad, rendir a un nivel muy alto durante 90 minutos dice mucho de ti, como puede ser por ejemplo el caso de Clemente.  Estás sobre una delgada línea, como si fuera un examen final, Si lo hace mal, diremos, es normal.  A la gente de fuera le diría que hagan esa reflexión con los futbolistas que juegan cada mucho tiempo. al margen de que les salga bien o no».

El domingo viene el Tenerife en Liga. La vida sigue. «Estamos como muchos otros equipos. Si enlazas una racha, te enganchas al playoff. Y lo contrario si no lo logras. Está todo tan igualado que un triunfo te pone en una situación muy favorable. No sé si nos dará para los tres primeros, pero quizás sí  para estar bailando cerca de los puestos de promoción de ascenso».

 

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