Aguado: «Tenemos que tener más protagonismo con el balón en campo contrario»

Xavi Aguado será siempre el central del Real Zaragoza. Lo era en el campo y lo reconoces también cuando le ves caminar por las calles de la ciudad, donde sus raíces de árbol protector son parte del decorado emocional de una urbe legendaria, de un club al que prestó su grandeza humana y deportiva en una década, la de los noventa (y en la primera final del siglo XXI), trufada de títulos, partidos memorables y algún que otro susto. Desde la autoridad que confiere esa altura de fidelidad y compromiso, techo que comparte con José Luis Violeta, los horizontes de la reflexión están siempre despejados cuando el defensa reflexiona sobre la situación del equipo. No decora la gravedad sino que busca soluciones. Lo hacía como profesional y sigue la misma línea recta. «Estamos en un momento muy complicado y no es por alamar a la gente, que además es muy consciente de ello. Parecía que JIM había activado el espíritu competitivo del equipo, pero se ve que no está todo bien atado y se ha vuelto a caer en la dinámica de la etapa de vulnerabilidad de Baraja».

Los fórmulas mágicas no existen para elevarse sobre la adversidad, en este caso, además, ante la necesidad de sumar un buen puñado de puntos para certificar la salvación. De entre los elixires más comunes y más efectivos, Aguado sugiere «que el equipo sea una piña con compromiso coral». Pero nada es gratis. «Esos puntos, sin embargo, solo vendrán acompañados por una mejora en el juego. El Alcorcón y el Oviedo tuvieron más criterio que nosotros, haciendo circular el balón sin pegar un pelotazo. Tenemos que tener más protagonismo con el balón en campo contrario», recomienda y subraya como principal argumento. Para lograrlo, muestra el camino: «Claro que hay que defender, pero los partidos se ganan con más valentía y determinación. Si esperamos a Cristian, que no está en su mejor momento, o la defensa aguanten un resultado, ocurre lo que en los últimos encuentros. El rival ha tenido más balón y lo ha utilizado mejor, con más sentido».

Ese grado de mayor participación y presencia exige un giro importante en aspectos mentales y tácticos. «Las transiciones son lentas y carecemos de futbolistas para jugar al contragolpe. Quizás habría que apostar por armar el equipo con tres centrales con dos objetivos, liberar a Vigaray y Chavarría para generar un juego por fuera que ahora no existe y proteger el centro del campo. Eguaras, Bermejo, Igbekeme y Francho tienen capacidad para llevar el peso del juego, pero en ocasiones no ha podido ser así y las acciones ofensivas se diluyen en tres cuartos», explica Xavi Aguado, quien añade que urge «un paso adelante, entrar con mayor incidencia en campo contrario. Si no te quedas muy atrás y la distancias complican las conexiones con los de arriba y las llegadas al área».

El exjugador propone también que Narváez salga del enclaustramiento de la banda. «Lo está pidiendo con la mirada y se le nota. Quiere estar más cerca del área y es lógico. Si le juntas con Alegría provocas una sinergia ofensiva porque se repartirían funciones que harían del Real Zaragoza un equipo con mayor presencia atacante. Uno liberaría al otro, cada uno con sus características, y aumentaría las exigencias de las defensas rivales, que ahora, con un solo punta, viven bastante cómodas con centros frontales fáciles de desactivar. Y el trabajo de Alegría sería más productivo». Aguado no se queda en las evidentes y ridículas cifras goleadoras, sino que busca explicaciones al porqué los tres delanteros que se han repartido la titularidad no han marcado en una sola ocasión. «No es normal. Primero no hay continuidad en la generación de fútbol ofensivo. Hablamos de rematadores, de especialistas, que reciben muy poco suministro del centro del campo y se desenvuelven casi siempre en solitario y lejos de su campo de acción natural. Y cuando se aproximan a la portería, los centros se anuncian mucho, lo que facilitan que los centrales se anticipen en un contexto muy estático».

A Cristian, como todo el mundo, no lo ve bien. «No sé si es porque sale de una lesión, pero se le nota que ha perdido confianza. Es como si la situación se le estuviera apoderando. Su veteranía y su forma de ser serán importantes para que recupere su mejor versión y nunca desde el banquillo, sino en el terreno de juego. El entrenador tiene que reforzar la confianza en el portero y estoy convencido de que será tan trascendente como lo ha sido siempre». Aguado espera que el entrenador siga incidiendo en el trabajo mental «como hizo cuando llegó con un mensaje muy natural. El Real Zaragoza no está acostumbrado a este tipo de presiones y los equipos con los que deberá pelear, sí. La cabeza va a ser muy importante en un tramo con un calendario que se va a endurecer mucho». Xavi todavía es central, muy centrado, muy consciente de que al peligro hay que mirarle de frente, sin arrugar el corazón por poco que lata.

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