El grupo Ibernieve Aragón que encabezan César Alierta y las familias Yarza (Heraldo de Aragón) y Forcén, es decir el máximo accionista del Real Zaragoza con paquetes accionariales del 49% el primero y 13,46% los otros dos, ha decidido cerrar esta año incluida la temporada de invierno la estanció de esquí de Candanchú. La causa expuesta para esta drástica decisión son «los efectos de la crisis», según ha comentado director del complejo, Álvaro Luna, al Periódico de Aragón. «Tenemos en mente no abrir, y los motivos por los que se toma la decisión es que durante este tiempo, el año 2020-2021 que cerramos en mayo nos ha dejado cuantiosas pérdidas de hasta dos millones de euros y un resultado más que negativo». Los actuales propietarios adquirieron en 2016 el 72% de las acciones de Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa) espués de prácticamente un año de negociaciones y un precio final de compra en torno a los 2,3 millones de euros. Completan la sociedad 186 accionistas minoritarios.
El Gobierno de Aragón, que participa al 50% junto a Ibercaja en el grupo Aramón, montañas de Aragón, ha ratificado hoy en un comunicado que «la voluntad, en la parte que corresponde, es buscar una solución». Pese a que reiteran que su cierre «no es responsabilidad ni del Gobierno de Aragón ni de Aramón», porque esta estación no pertenece al grupo, en el último consejo de administración se abordó el problema y «en un gesto de responsabilidad, se acordó colaborar en todo momento cuando estuviera en manos de Aramón para que pueda abrir la próxima campaña».
Los alcaldes del Valle de Aragón han mostrado su preocupación por este anuncio, ya que el cierre afectaría gravemente a la economía de la zona. Reiteran que una estación de esquí es un gran motor de empleo y turismo y hay que impedir su cierre. Solicitan, además, una reunión urgente con la Consejera de Economía del Gobierno de Aragón, Marta Gastón; el Vicepresidente del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; y el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia Ferrer, así como con la actual empresa gestora de Candanchú.
César Alierta expresó en su día su deseo de que “Candanchú, Astún y el Pirineo aragonés fueran el mayor centro de esquí de toda España y uno de los más importantes de Europa”. El expresidente de Telefónica, vinculado a Villanúa y al valle del Aragón desde su infancia, despertó ilusión en un territorio muy castigado por las políticas del anterior consejo de administración de Candanchú, que condujo a un concurso de acreedores decretado en 2012 por una deuda de más de 6 millones.
La estación, propiedad del grupo Ibernieve Aragón, cerró 2019-2020 con un resultado de 4,6 millones de euros y un resultado neto de 36.678 euros. En el año anterior, el resultado neto fue de 252.021 euros. Además, según sus últimas cuentas, debido a la falta de precipitaciones de nieve en la temporada y a la declaración del estado de alarma la sociedad acogió al punto IV del convenio de acreedores, lo que le permitió prorrogar en un año la duración del convenio ordinario de acreedores. El cierre de Candanchú comunicado ayer con la justificación de la pérdida de 2 millones de euros en el último ejercicio, supone una declaración de intenciones de sus propietarios, que en su mayoría los mismos que los del Real Zaragoza bajo el mismo patrón de actuación como dueños de las empresas: no pemitirse más pérdidas pese a la responsabilidad social que deberían asumir en ambos casos.
