Cinco magníficos en La Rosaleda

Allí están, a 900 kilómetros de la capital aragonesa, esperando para entrar en La Rosaleda después de haber viajado en un monovolumen para ver jugar y ganar al Real Zaragoza. Fernando Quílez, Silvia Úbeda, José Luis Salas, José María Rodríguez, el más veterano a sus 76 años, y Juli Sedeño, son cinco de los 137 socios de la Peña Zaragocista Escatrón que se han desplazado hasta la Costa del Sol para iluminar a su equipo. El fútbol, la vida, empieza a normalizarse y la afición quiere sentir de cerca las emociones aplazadas por el covid. Se abrió de par en par La Romareda y ahora toca, poco a poco, llevar con orgullo los colores del club por toda la geografía española. La Federación aún no organiza viajes ya que no le ha dado vía libre la Liga, pero ellos, impulsados por la ilusión, han tomado la iniciativa junto a otros seguidores (Peña de Utebo y Peña Zaragocista Valdespartera) de salir a la carretera de nuevo.

Regresarán el lunes y esperan hacerlo con los tres puntos. La pandemia, que se llevó a uno de los miembros de la peña, Cristóbal Barrachina, va remitiendo y Málaga es el primer destino compartido por estos cinco magníficos (alguno estuvo ya en Fuenlabrada). «Ahora sólo falta que acompañe el equipo», dice Fernando Quílez, el presidente de la Peña Zaragocista Escatrón, fundada en 2016. Vio el gol de Rubén Sosa en la final de Copa de 1986, estuvo en París para disfrutar con el de Nayim y la Recopa. «Cuando inauguramos la peña lo hicimos con la idea de que volveríamos pronto a Primera, pero con estos patronos no sé… Da igual. Seguiremos viajando porque es una delicia ver cómo nos trata la gente cuando salimos fuera. Con qué cariño y respeto se dirigen a nosotros. El resto de aficiones nos siguen viendo como un club de Primera». Quílez está también maravillado con la respuesta de la afición a todos los niveles. «Es increíble cómo responden con lo poco que se les ofrece».

Silvia Úbeda es de Escatrón pero vive en Zaragoza. Un día le llamaron del pueblo y le dijeron que había sido nombrada vicepresidenta de la peña, «y ahora es el alma, la que nos empuja si hay alguna duda», cuenta el presidente. «Lo hicieron sin consultarme», y se ríe Silvia, que no dudó un segundo en aceptar el cargo y los honores pese a no estar en aquella reunión de 2015. «Estoy muy contenta de que me eligieran. Antes me había abonado al Real Zaragoza mi hermano y estuve dos años por mi cuenta, pero estaba sola, sin amigos ni conocidos en mi localidad. Ahora es muy distinto. Somos una familia». El fútbol estaba siempre presente en casa porque su padre, Avelino Úbeda (recién fallecido), seguía todos los partidos. Pero el amor por el Real Zaragoza le vino a Silvia de fábrica. «Ma aficioné cuando se ganó la Recopa», comenta. Disfrutó con el equipo en lo más alto y acudió a la final frente al Espanyol en 2006. Ahora sólo piensa en volver cuanto antes. «Ojalá algún día ocurra. Siempre tengo esa ilusión aunque en ocasiones me entristezca o me cabrée con los resultados. Pero se te pasa rápido y ya piensas en el próximo partido, en el próximo viaje para estar con ellos»-

La temporada no ha empezado como se esperaba. La vicepresidenta de la peña entiende que «es una cuestión de mala suerte. Se crean ocasiones pero no se meten. Los palos, el penalti al palo ante el Huesca… Si cambia la fortuna, este año por qué no», se anima a sí misma esta admiradora de Cristian Álvarez –«es increíble, vaya temple que tiene»– que considera que además del Real Zaragoza, Juan Ignacio Martínez «se merece el ascenso por todo lo que está haciendo. Es una persona entrañable y un entrenador que explota lo que tiene. El año pasado hizo algo fantástico y tiene todo mi respeto», subraya Silvia Úbeda.

La Rosaleda espera a estos cinco magníficos de Escatrón que mañana regresarán sobre los 900 kilómetros que hicieron ayer para colgar la bandera de la peña en el campo del Málaga. Y que todo el mundo vea que lo importante, para ellos, es estar cerca del Real Zaragoza, animar, cantar y disfrutar. No hay distancia que se resista a sus corazones blanquiazules.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *