El Huesca se equivoca

El perfil del Huesca ambicioso, ganador y sobre todo en nada especulativo cambió casi por completo en Mendizorroza, donde del equipo de Pacheta asumió el mínimo riesgo en un partido que exigía todo lo contrario. Trabajó para el empate, también obligado por un Alavés mejor dispuesto para la ocasión, y se topó con la derrota a cinco minutos del final. Venía de dos triunfos consecutivos, fuera de la zona de descenso, con la oportunidad de impulsarse con los vitorianos como trampolín ideal… Pero mantuvo activo el freno de mano durante un encuentro sin ocasiones entre dos equipos ocupados por completo para que nada ocurriera, a la espera de una concesión, de un fallo, de un ocasión generada por sí sola. Esa equivocación llegó en un mal despeje de Pedro López, que incurrió en el error al no acudir a la defensa de su propio rechace, y Battaglia enganchó un torpedo en la corona del área. Un gol castigador.

Pacheta apostó por el mismo once de inicio que frente al Elche. Sin embargo, pese a presentar idéntico rostro le faltó esa chispa de las últimas semanas, en parte porque el Alavés se empleó muy bien en impedir que maniobrara con libertad para pensar y contragolpear. Las áreas, ambas, se distanciaron la una de la otra como dos continentes deshabitados, y el fútbol se redujo a la lucha por ganar metros y posesión. El técnico del Huesca renovó todo el centro del campo con Sergio Gómez, Mikel Rico, Doumbia y Borja García para refrescar la parcela más desgastada y sumó a Escriche junto a Rafa Mir. El tanto de Battaglia lo fracturó todo, sin apenas tiempo para reaccionar. Contra las cuerdas, el conjunto oscense fabricó lo mejor en ataque, con un frentazo de Escriche que escupió el larguero. Demasiado tarde. La carroza era ya una calabaza.

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