El mejor once de ocho años en Segunda División

La confección de un once ideal, o de la mejor alineación posible, es un ejercicio complejo y abierto al debate más encendido pues las distancias entre lo que han aportado algunos futbolistas en ocasiones es mínima. Resulta más sencillo, y no siempre, elegir a los delanteros, tutelados por lo general por la cantidad de goles que hayan logrado. En cualquier caso me he atrevido a formar un equipo con las piezas que considero que han tenido, por su rendimiento, una mayor trascendencia en términos generales en estas ocho temporadas consecutivas en Segunda. Un conjunto que, a mi parecer, con todos sus componentes en el momento más álgido de su estancia en el Real Zaragoza, subiría hoy en día como una bala a Primera. Dejo a muchos en el tintero, a otros que quizás también hubiera incluido y que siento en un banquillo virtual por si alguien estima que merecen estar en ese once.

Cristian: Ha sido y es un portero de Primera División, circunstancialmente en Segunda. Seguramente haya sido el más sencillo de elegir entro todos los aspirantes. No creo que sea necesario explicarlo.

Alberto Benito: Sin duda el lateral derecho más fino que ha ocupado esa banda en esta época. Defensor correcto, sus mejores virtudes salían a relucir cuando se subía sobre los carriles para atacar, con elegancia y un estupendo manejo del balón. Vigaray podría reñirle ese lugar de privilegio auque las lesiones han impedido ver su mejor versión todavía.

Jesús Vallejo: Central de los importantes, pese a su juventud cuando Víctor Muñoz le dio la alternativa en Huelva (17 años), mostró una cualidades superiores para la categoría, con carácter y un sobresaliente sentido defensivo.

Mikel González: Defensor puro, conocedor de todos los códigos del eje, le avaló extensa su experiencia en la Real Sociedad, club donde fue una institución. Llegó a La Romareda en su ocaso, y sufrió un par de lesiones musculares, la segunda grave que le tuvo casi tres meses en el dique seco. Con todo, fundamental para alcanzar el playoff de ascenso cuando regresó para jugar y calmar al impulsivo Verdasca.

Cabrera: Lo desplazamos al lateral izquierdo aunque compagina con igual solvencia en el centro de la retaguardia. Juego aéreo poderoso, agresividad, zurdo de brillante desplazamiento diagonal. Animal defensivo que mezcló estupendamente con Vallejo.

Eguaras: Dio lo mejor con Natxo González Respondió y superó las expectativas de director de juego de la vieja escuela. Vidente para el pase filtrado y pulcro administrador de la pelota. Faro del centro del campo.

Zapater: Después de volver de su infierno físico personal, se elevó por encima de su penitencias diarias y alcanzó en el campo el liderazgo de un aténtico jugador de Primera. Supo adaptarse a sus problemas con tablas y un compromiso emocionante.

Guti: Todocampista, su evolución resultó espectacular pese al martirio físico que le tuvo una temporada a medio gas hasta que se intervino en Burdeos para corregir la pubalgia que le frenó en seco. Con Víctor Fernández alcanzó el cénit pese a que el técnico le prefería en el vértice del rombo e incluso de eventual lateral. Pulmón, pierna y mucho criterio.

Ángel: Atacante pluridimensional, ya había dejado huella goleadora en Elche. Listo, inteligente y voraz, su mejor año fue el segundo, el de al salvación con César Láinez. 21 dianas firmó el canario

Borja Iglesias: El Panda era la felicidad. Pese a venir del Celta B, jugó en Segunda como si lo hubiera hecho toda la vida. Mejor. Finalizador inmisericorde y cazador a tiempo completo. Muy buen amigo en la asistencia y con un juego de espaldas indestructible para sus marcadores.

Luis Suárez: La Fiera. Lo atacaba todo para pesadilla de los defensas. Un terremoto en carrera y una caimán en el cuerpo a cuerpo. Físico, veloz, dominador de todo el frente de ataque e insaciable.

En el banquillo se sientan Bono, Vigaray, El Yamiq, Diego Rico, Francho, Pedro y Borja Bastón. Otros que se quedan muy cerca de entrar son William José, Roger, Narváez… Quizás Hinestroza, Puado o Jaime. Y como entrenador, Natxo González. Aquí seguro que hay discrepancias, pero pese a las presiones que vivió y bulos que se extendieron para desacreditarle desde sus más allegados en el club, mantuvo todos los pulsos para ayudar al equipo a meterse en la promoción de ascenso después de una segunda vuelta espectacular.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *