La expulsión de Orozko en el minuto 68 del partido contra el Amorebieta puso al Real Zaragoza en el escenario ideal para llevarse los tres puntos de Lezama, contra un rival de poca amplitud de recursos y cuyo talón de Aquiles se encuentra precisamente en la defensa. No hubo siquiera asedio, ni ocasiones, ni llegadas al área en ese tramo largo del encuentro en superioridad. Once minutos tardó Juan Ignacio Martínez en buscar y aplicar soluciones para dotar a su equipo de alternativas en busca de la victoria. En el 77, el técnico metió a Eguaras y Narváez, en el 82 a Iván Azón y a Adrián y en el 88 a Igbekeme. Los cinco cambios, todos tardíos y algunos incomprensibles como el del nigeriano, resultaron infructuosos en un marco de desorden absoluto e incapacidad para inquietar lo más mínimo al conjunto vizcaíno, refugiado sin agobios en su campo y capaz de sacar aún alguna contra peligrosa. Las maniobras desde el banquillo condujeron al caos, y tampoco los futbolistas, por su cuentan, aportaron ni una sola solución ofensiva para sumar más de un punto en un desplazamiento en el que tuvieron todo a favor para conquistar los tres. «Prefiero jugar contra once», dijo el entrenador al final. Se entiende el porqué de esa aparente incongruencia: desde de que vino, hacerlo contra diez se le ha atragantado.
No es la primera vez en la era JIM que el Real Zaragoza desperdicia una superioridad con tiempo suficiente por delante para conseguir la victoria. En la visita a La Romareda de la Real Sociedad B, otro recién ascendido, se quedó con uno menos en el minuto 77 por doble amarilla a Eskurza con empate a un tanto en el marcador. Azón, Bermejo y Vada ya habían entrado antes de que el central guipuzcoano fuera expulsado, y el técnico sumó a Borja Sainz en el 84 y a Adrián en el 89 en la recta final. No hubo forma de lograr el triunfo y el partido acabó en tablas con los goles de la primera parte de Magunazelaia y Narváez.
La temporada pasada, el entrenador, en su cuarto partido de Liga al frente del Real Zaragoza vio cómo el Albacete adquirió ventaja con un penalti transformado por Manu Fuster. Hasta el minuto 61 no tomó cartas en el asunto. Recurrió a Álex Alegría y Azón y en el 73 reclamó a Igbekeme. En el 82 se produjo la expulsión directa de Arroyo, que había relevado un cuarto de hora antes a Alvaro Peña. JIM añadió a Larrazabal al repóker de cambios pero la victoria se quedó en el Carlos Belmonte. Antes de que el alicantino llegara al conjunto aragonés y en la primera jornada de ese mismo curso, Las Palmas vio irse a Lemos por doble amarilla en el 69, cuando su equipo perdía por 2-1. Con uno menos no solo no amplió la distancia en el marcador, sino que observó cómo Espiau igualaba el encuentro para los canarios con un tremendo disparo.
Uno de los grandes fiascos de esta última etapa del Real Zaragoza se produjo en el choque de ida de las semifinales del playoff de ascenso contra el Elche. Su futbolista referencia, el delantero Jonathas, recibió la roja directa a la media hora de juego. Víctor Fernández sustituyó a Zapater por Soro, pero optó por no mover más el banquillo hasta los diez últimos minutos con la inclusión de André Pereira, Javi Ros y Álex Blanco en un encuentro que finalizó sin goles y que dejó las espadas en alto para la vuelta en La Romareda. El cuchillo de Nino rebanó las esperanzas del conjunto aragonés por su actitud timorata en el Martínez Valero.
