JIM: «Sería una falta de respeto pedirle paciencia a la afición. Lo que necesita es que le demos alegría»

La cosas no están funcionando como esperaba Juan Ignacio Martínez y tampoco como la afición empezó a creer tras un inicio de temporada atractivo, con un fútbol de mucha llegada al área contraria. Ese torrente atacante ha ido decayendo y el juego le ha seguido la estela, lo que está haciendo mella en el vestuario y en una hinchada preocupada por una situación clasificatoria que el lunes podría empeorar de perder en Girona. JIM considera que el equipo «tiene que ganar ya sí o sí. Sería una falta de respeto pedirle paciencia a la afición. Lo que necesita es que le demos alegrías». La plantilla también las necesita frente a unos resultados muy negativos. «Lo que necesitamos es recobrar nuestra autoestima. Tenemos una estadística tan negativa que nos faltarían días para hacerla. Lo positivo es la capacidad de reacción que demuestra el grupo, la casta que le echaron contra la Ponferradina y que enganchó a la gente. Las metas se consiguen siendo fuerte como local, y en La Romareda hacemos trampa porque con esa hinchada jugamos con dos o tres futbolistas más. La pena es que no hayamos tenido ese pizca de suerte en momentos puntuales».

Marcar goles es casi una quimera, y más en elaboración, y defensivamente el conjunto aragonés muestra un rostro serio pero con unos números contradictorios: cada que llega el rival bate a Cristian Álvarez.  Le está haciendo bastante más daño esa concesiones atrás que las múltiples oportunidades erradas. El entrenador  comenta que no dejan de trabajar a diario para comprender lo que está ocurriendo con reuniones en la que los futbolistas aportan su visión. «Insistimos con el grupo en estudiar detalles, en ver vídeos, en comentar lo mejorable. Los  jugadores intervienen y aportan. No nos podemos permitir, y menos en el fútbol profesional,  lo que nos ocurrió en el gol encajado ante la Ponferradina. La autocrítica ha sido profunda por parte de todos». JIM recuerda que «el futbolista que firma por el Real Zaragoza debe saber en qué club está, que presión mediática existe y el estadio donde juega. Ha de estar muy convencido de su compromiso y que el esfuerzo es algo innegociable».

El técnico alicantino no es muy amigo de grandes movimientos en la alineación, pero entiende que las exigencias de un calendario congestionado de partidos le puede obligar a rotar en Montilivi. «Me gusta que no haya esos cambios, pero el sentido común nos dice que en Girona tiene que jugar un equipo fuerte física y mentalmente. El partido lo exige todo porque ambos estamos en una situación similar en la que no pensábamos que íbamos a encontrarnos». JIM apunta que uno de las claves para que el Real Zaragoza recupere el tono con el despegó este curso reside en «meter miedo al rival, provocar su estrés. Sin balón formamos en el repliegue con dos líneas de cuatro para evitar los espacios. Eso lo tenemos retomar». ¿Y el gol? Álvaro Giménez y Nano Mesa han despertado los fantasmas del Toro y de Vuckic y están siendo señalados. «Ese puntito de acierto…», se lamenta JIM. «Son personas y lo sienten. Salieron abatidos del campo y dice mucho a su favor por el orgullo que demuestran. Yo no quiero comparar con otras temporadas ni otros jugadores, sino en los que tengo y las sensaciones que me transmiten día a día. Sólo hace falta que les acompañe la suerte».

 

 

 

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