Penúltima llamada a la fortuna

Los análisis, impresiones y opiniones sobre el trayecto del Real Zaragoza durante esta temporada tienen dividida a la afición y a los profesionales de los medios de comunicación. No hay un punto de coincidencia ni término medio. De extremo a extremo, del optimismo militante al pesimismo que genera la falta de goles y de victorias. Del imperio de las buenas sensaciones a una clasificación que muestra el conjunto aragonés en la zona de descenso. Con JIM todavía en un altar pese a que no da con la tecla de los resultados y la Fundación investida en un mutismo irrespetuoso que de vez en cuando rompe Christian Lapetra para encender a tirios y troyanos, a todo el que le escuche aunque el fútbol le importe un comino. Tiene esa habilidad el presidente de altavoz inoportuno de una directiva que después de su denigrante trato al equipo y su frustrado intento de huida ocupa el palco sin escuchar apenas críticas de ninguna parte.

Esa confrontación de pareceres es producto de la conducta de un Real Zaragoza casi inexplicable que ahora se estudia también desde el big data, donde la suma de ciertos factores le situán en ascenso directo al final de la temporada. El que más ataca –no el mejor– y el más seguro en defensa. Quien más falla dispara y falla en ataque mientras atrás ha logrado blindarse para empatar, su marcador favorito y causa principal de que se halle en los bajos fondos de la categoría. JIM indicó ayer que se ha cansado de vender humo, o que no lo va a hacer más después de anunciar en la pretemporada que estaba seguro de que el equipo lucharía entre los mejores. Su discurso ha dado un giro hacia el presente más rabioso, el del día a día. «Menos hablar y más hacer», sentenció. Eso sí, contento con lo que sus jugadores producen en ataque y aseguran atrás y esperando a que el viento de la fortuna sople a su favor.

Contra el Málaga primero y después frente a la Ponferradina y el Girona en diez días frenéticos. Ese es el margen que le queda a la suerte para ser solicitada y comprobar si, realmente, el Real Zaragoza está siendo víctima de las desventuras del destino o de las limitaciones colectivas e individuales de una plantilla construida tras un verano caótico. En La Rosaleda hará la penúltima llamada al azar para se sume a su hipotético buen juego, cierto en algunos encuentros muy notables y no tanto en otros en los que ha sufrido. Siempre dominador –es quien más posesión tiene en Segunda– y vivo hasta el último suspiro, pero incapaz frente a la portería incluso de penalti. ¿Casualidad o causalidad? ¿Medio lleno o medio vacío? Muestra equilibrios tácticos de conjunto para mayores empresas y defectos considerables mientras el entrenador insiste en una estrategia valiente pero quizás equivocada en el dibujo de un solo delantero y una formación centrocampista que gobierna con mucho balón pero sin pulso ni ritmo firmes.

El tren hacia uno y otro lugar, perdido como está en esa vacilación de creer que merece mucho más de lo que tiene, lo cogerá ante el Málaga. Un empate más le dejaría muy confundido en el arcén a la espera de otro convoy. Una victoria le permitiría sentirse de nuevo viajero hacia el lugar que reclama. La derrota… En ese caso, aun con mil ocasiones de por medio para justificar gráficos ilusionantes y la teoría de la sensación, le haría mucho daño. Está claro que en La Rosaleda, dond eel equipo andaluz aún no ha recibido un gol, sólo le sirven los tres puntos, por el momento para salir de abajo, que no es un objetivo nada baladí según se está poniendo el panorama puro y duro.

Para esta cita es muy probable que, de nuevo, el entrenador haga cambios. La vuelta de Francés al eje defensivo se da por hecha además de la titularidad de Álvaro Giménez después de su destacada actuacion frente al Huesca. En el centro del campo podría haber una variante si JIM opta por una versión más conservadora. Confirmadas las bajas por lesión de Nano Mesa, Francho y la de César Yanis al considerarse que sus viajes para jugar con la selección de Panamá le pueden pasara factura física, JIM ha citado a estos 21 jugadores: Cristian Álvarez, Álvaro Ratón, Jair Amador, Radosav Petrovic, Enrique Clemente, Alejandro Francés, Juanjo Narváez, Adrián González, Javi Ros, Valentín Vada, James Igbekeme, Pep Chavarria, Iñigo Eguaras, Carlos Nieto, Fran Gámez, Álvaro Giménez, Alberto Zapater, Sergio Bermejo, Lluís López, Borja Sainz e Iván Azón.

El Málaga, muy reforzado esta temporada, se está refugiando en casa para equilibrar su pobre rendimiento fuera. Ha ganado tres partidos y ha empatado uno y es el único de la categoría que no ha encajado un solo gol como local, detalle que agigante su importancia frente a un Real Zaragoza con la peor artillería del torneo. El conjunto que entrena José Alberto está recurriendo también a futbolistas de la casa que le están dando frescura y fútbol como Kevin o Roberto. Un rival alegre y vertical que va a examinar a este Real Zaragoza que, a falta de acierto rematador,  clama justicia frente al voluble juzgado de la fortuna.

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *