La nueva propiedad informa al capitán que cuenta con él como jugador y referente del Real Zaragoza, quien acepta el reto en una etapa que le vuelve a ilusionar consciente de su papel en el equipo
Alberto Zapater cumplirá el año de contrato que le resta y que expira el 30 de junio de 2023. La nueva propiedad, a través de la figura del director deportivo, Miguel Torrecilla, le ha hecho saber al aragonés que cuenta con él como jugador de la primera plantilla de cara a la próxima temporada y como referente del Real Zaragoza. El centrocampista estaba a la espera de esa toma de contacto con el ejecutivo, ronda que se ha iniciado hoy en la Ciudad Deportiva con todos los componentes de la plantilla con una relación contractual vigente. Y no estaba dispuesto a continuar a cualquier precio. «Estaba preparado para lo que fuera», comenta. «Ha ayudado que me he sentido bien en estos últimos partidos, pero tenía claro que tenían que decirme que me querían».
Y se lo han dicho. Vino en 2016 cuando se le daba por desaparecido en combate tras superar dos operaciones, una del pubis y otra de los aductores, y una travesía infernal en el Lokomotiv de Moscú, y se alistó en el Real Zaragoza, su casa, para aportar la experiencia adquirida. «Quiero poner mi granito de arena para que el equipo vuelva a Primera», dijo al ser presentado. No ha podido ser en seis campañas de pronunciados dientes de sierra en las que ha disputado dos playoffs de resultado frustrante contra Numancia y Elche, con una aportación muy notable de partidos y nuevas visitas en ese periodo de lesiones insistentes, sobre todo en la rodilla. Cumplirá 37 años el próximo 13 de junio y muy consciente del rol que le corresponde, el de un veterano que considera que aun con heridas todavía pueda rendir servicios deportivos y emocionales al equipo donde se educó, Zapater ha recogido el guante una vez más. «Quiero seguir soñando hasta el final», asegura a Príncipes de París.
Entiende -lo ha repetido en numerosas ocasiones– que se le critique, lo que no quiere decir que no le duela. Ya no es aquel chico que debutó con Víctor Muñoz en la Supercopa de 2004 contra el Valencia. Se van cumplir en agosto 18 años de su debut y por el camino ha pagado diferentes peajes, sobre todo el de una erosión física despiadada. Pero considera que también hay gente que le aprecia y que comprende que tiene derecho a seguir peleando por algo más que prolongar porque sí una carrera deportiva. Los nuevos dueños han considerado que la pasión y el fútbol de Alberto Zapater son útiles en el proyecto naciente. «No me voy a agarrar a un contrato. Quieren que esté y estaré», sentencia el capitán.
No te engañes Zapa, la nueva propiedad quieren que estés porque te queda 1 año de contrato que habría que pagarte si te echaran. Así que no te hagas ilusiones pues, por el físico y la edad, ya no estas ya para competir ni se te espera.